La joven, con tan solo 24 años, alquilaba casas lujosas para vivir. Posteriormente, empezaba a anunciar la venta de estas, como si ella fuera la propietaria. De este tipo, hay más de veinte causas en distintas sedes del Ministerio Público. Fue un grupo de víctimas que avisaron a la fiscala Teresita Torres que sabían del paradero de Verónica. Se montó entonces un operativo de vigilancia, junto con funcionarios, efectivos de Inteligencia y de la comisaría.
En un momento, al salir, Verónica Wallace, en un vehículo Mercedes Benz, con su acompañante, pararon en plena vía pública por un desperfecto y fue el momento ideal para detenerla y ser trasladada a una sede policial.
NUEVA CAUSA. Finalmente, ayer fue imputada por estafa y producción de documentos no auténticos en una nueva causa, a cargo de la fiscala Teresita Torres. En este caso, la presunta víctima, Aymme Belén Argüello Pereira, había comprado, en enero de 2023, un inmueble en Lambaré.
La vendedora fue Verónica Sophia Wallace Fiorotto, o es lo que ella pensaba.
La Reina de las Estafas le dijo que había adquirido la propiedad del señor César Nicolás Benítez Saguier y le entregó a la víctima una copia simple de la escritura de transferencia que hizo con el anterior propietario.
En la copia aparecía la firma de la escribana pública María de Fátima Moreno Vanni, y le exhibió también el supuesto documento original.
Tenía toda la apariencia de que era legal, por lo que Argüello confió y decidió adquirir el inmueble.
“A tal efecto, ambas partes firmaron un contrato privado ante la escribana Celia Concepción Gómez, con oficina ubicada en Asunción”, dice la imputación.
El precio de venta fue G. 420.000.000 y los pagos se fueron haciendo por partes, hasta que la víctima se percató de la estafa.
Al momento de la firma, le entregó la suma de G. 30.000.000. Luego, le fue dando pagos de G. 5.000.000 y lo último que entregó fue G. 15.000.000, el 9 de junio del año pasado.
“En total, la señora Verónica Sophia Wallace Fiorotto cobró G. 75.000.000 por la venta del mencionado inmueble, que no le pertenece a la vendedora”, dice la fiscala.
La víctima se enteró recién cuando el verdadero propietario, César Benítez, reclamó el cese de las obras que estaba haciendo y dijo no haber vendido la casa.