Un niño de 5 años y su padre, de 28 años, fueron las víctimas fatales del atentado que irrumpió en la tarde capitalina y conmocionó a la ciudad, aquejada con frecuencia por hechos de inseguridad.
La camioneta atacada es una Toyota Fortuner con chapa BZR 706 que figura a nombre del Grupo Cristo Rey S.A., empresa de Pedro Juan Caballero que pertenecería al narcotraficante Clemencio Gringo González, vinculado con el grupo criminal Primer Comando Capital.
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En el momento del atentado, el rodado estaba ocupado por cuatro personas e iba al mando William Giménez Bernal (28 años). Los acompañantes fueron identificados como Willer Fidelino Lezcano (25 años), Ever Luiz de Figueredo Souto y Gabriel Giménez González (5 años), este último, hijo del conductor.
Según declaraciones de Figueredo, quien logró huir del lugar, el atentado se registró aproximadamente a las 14.30. El mismo había descendido de la camioneta para abrir el portón de una vivienda situada en el barrio Madame Lynch de Asunción, específicamente, sobre la calle Alferez Juan Manuel Iturbe casi Nery Quevedo, cuando una ola de disparos arremetió contra el vehículo estacionado en plena calle, que quedó con alrededor de 33 impactos.
Los disparos provenían de otro automóvil de la marca Toyota Hilux color bordó. De acuerdo con lo que cita el informe policial, el vehículo implicado disminuyó la marcha y un desconocido fuertemente armado procedió a disparar.
El conductor de la Fortuner había intentado huir, pero, desafortunadamente, uno de los disparos fue a parar contra una de las ruedas traseras, lo que impidió que fuera más lejos.
Del atentado resultó víctima fatal el menor Gabriel Giménez González, quien falleció al instante tras el impacto de un proyectil en la cabeza, y William Giménez Bernal, quien falleció minutos después de haber llegado al Hospital de Trauma debido a dos heridas de bala en la cabeza y una en la espalda, convirtiéndose en la segunda víctima.
Entretanto, Willer Fidelino Lezcano, quien también fue trasladado al nosocomio, quedó fuera de riesgo. Este último, en primer momento, negó tener vinculación alguna con los ocupantes asegurando ser solo un transeúnte que pasaba por el lugar, sin embargo, la Policía informó que el hombre también ocupaba la camioneta y cuenta con antecedentes.
Se contabilizaron 33 impactos de bala y el escenario del crimen apunta a una única verdad: asesinato por encargo.
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Hasta el momento no se ha podido determinar el grado de parentesco de las víctimas fatales con el narco Gringo González.
No obstante, aparentemente el caso vincula al narcotraficante Jarvis Ximenez Pavão debido a que los datos revelan que William Giménez lo había visitado en cinco oportunidades en la Agrupación Especializada.
Desde el Ministerio del Interior manifiestan que el vínculo del fallecido con personas asociadas al crimen organizado hace suponer que este nuevo hecho forma parte de la guerra entre diferentes facciones del crimen organizado trasnacional.
