05 ago. 2025

Asegurados del IPS tienen derecho a una mejor atención

A cada denuncia por falta de medicamentos e insumos, y por los servicios colapsados de los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), las autoridades parecen tener bien ensayada la usual excusa de las deudas y a continuación señalar la mala gestión de las anteriores administraciones. Urge una mejor administración, no caben dudas, pero al mismo tiempo las autoridades deben mostrar mayor compromiso con las necesidades de los trabajadores que acuden al IPS en busca de alivio para su enfermedad. Es intolerable tanta indiferencia.

Convocados por la Comisión de Salud del Senado, el titular del Instituto de Previsión Social, Jorge Brítez, y los consejeros debieron ofrecer explicaciones respecto a la falta de insumos, la millonaria deuda y una decena de denuncias que obran en la Fiscalía por manejo de montos millonarios en pandemia.

Uno de los temas de la reunión fue, como cabría de esperar, la situación financiera. El principal cuestionamiento de la senadora Esperanza Martínez, quien recientemente había realizado una visita al Hospital Central del IPS, ha sido la deuda valorada —según esta— en cerca de 6,5 billones de guaraníes, la cual es incluso superior al mismo presupuesto anual del IPS, que es de 5,5 billones. Esto significa que el Instituto de Previsión Social debe más de lo que dispone para gastar este año.

Entre los cuestionamientos de los legisladores ha surgido el asunto de las deudas con los proveedores. “Hay una deuda histórica enorme (...) Hay pequeñas empresas que no están en condiciones de afrontar este tipo de gastos, pero hay otras que toman el dinero de los trabajadores y no le entregan al IPS. Esos bandidos tienen que ser sancionados”, reclamó Esperanza Martínez.

Al mismo tiempo, resalta el evidente mal gerenciamiento y administración, reflejado esto en las denuncias a la Fiscalía sobre la actuación del equipo anterior, y que ha manejado 250 millones de dólares de la deuda pública en tiempos de pandemia.

Al final del encuentro se propuso conformar una mesa de trabajo con la Comisión de Salud del Senado en la que participe también el Ministerio de Economía, y que se hable con los directivos de la UIP, ARP y Feprinco sobre la morosidad de los empresarios. Respecto a las deudas, vale la pena recordar que el mismo Estado paraguayo tiene una deuda de USD 800 millones con la previsional.

No obstante, uno de los temas más complejos abordados en la reunión, el del faltante de medicamentos e insumos, de acuerdo con el reporte del encuentro, prácticamente fue minimizado por el titular de la previsional, doctor Jorge Brítez. Este dijo, textualmente: “En cuanto a la falta de medicamentos, creo que en dos semanas se soluciona. No es tanto así como se dice. Hay como 30 medicamentos con stock cero”. No pudo especificar los medicamentos en falta, y se limitó a señalar que “un poco de todo”.

La senadora Esperanza Martínez, quien visitó el Hospital Central, precisó, sin embargo que, hace dos semanas se hablaba del 40% de medicamentos en stock cero, y el día de su visita le informaron que, de 506 ítems, se contaban con apenas 164.

Que el presidente del IPS afirme que la falta de medicamentos e insumos “no es para tanto…”, no solamente es reconocer el desconocimiento de la situación, sino demuestra un elevado grado de insensibilidad ante el cotidiano padecimiento de los asegurados.

Es conocida la situación que soportan a diario los trabajadores y trabajadoras que acuden al IPS para recibir atención. Las denuncias por el desabastecimiento de medicamentos e insumos en los hospitales es constante, lo mismo que el pésimo servicio del sistema de agendamiento a través de llamadas telefónicas, el call center. Hay poca disponibilidad de turnos y el tiempo de espera para ser atendido por un operador suele extenderse hasta los 60 minutos, de acuerdo con las denuncias.

Es intolerable la indiferencia de las autoridades ante el mal servicio, las humillaciones y los padecimientos de los verdaderos dueños del IPS. Es por eso que es urgente que se resuelva el caos financiero, se corten de raíz todas las corruptelas y los irregulares manejos para que por fin se pueda proveer un eficiente servicio y una atención digna a los aportantes.

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