Cardozo relató que este arte fue todo un desafío en su vida, debido a que ella trabaja todos los días en su pequeño taller pintando estas figuras y a la vez, tiene el trabajo de ser madre soltera, motivo por el cual está constantemente activa.
“Desde que tengo 16 años soy pintora y estoy en este rubro de la artesanía. Soy la única en mi familia que me dedico a esto. Empecé a pintar con una familia de artesanos de Areguá que hacen todo tipo de trabajos, como, por ejemplo, souvenires para cumpleaños. Empecé trabajando con eso y años más tarde, abrí mi pequeño tallercito en casa”, comentó.
La artista remarcó que realiza todo tipo de pinturas, pero lo que más le apasiona es trabajar con juegos de pesebre.
“Yo trabajo todo el año no solo en diciembre, todas las mañanas me levanto temprano, preparo mi mate, luego comienzo a pintar. Arranco desde enero porque algunos pedidos llevan mucho tiempo para que se pueda entregar en forma”, sostuvo.
Detalló que realiza pesebres para todo tipo de gustos, debido a que hay clientes que prefieren los juegos tradicionales, mientras que otras personas quieren variedad de colores poco comunes y figuras más innovadoras.
“Para un solo juego de pesebre a mí me lleva como dos a tres días. Porque primero la figura se tiene que secar y eso es lo que hace que se espere un poquito más. Realizo los pesebres con colores tradicionales en tonos blancos, celestes. Algunos clientes prefieren colores como bordó, dorado, algo novedoso. Cada persona tiene su gusto”, indicó.
TERMINACIONES. La artesana resaltó que su interés por especializarse en pesebres surgió porque le gusta realizar las terminaciones de pintura, sobre todo en rostros.
“Cuando comencé a trabajar como ayudante de la señora yo veía su trabajo, cómo hacía las terminaciones y eso me fascinó, es totalmente un arte. Y después de un tiempo, ella hacía la parte rápida y yo me quedaba haciendo la parte de las terminaciones del rostro, ya sea de santos, y en este caso de pesebres”, enfatizó.
Cardozo comentó que hay clientes que solicitan específicamente el Niño Jesús, algunos buscan solo una figura para restaurar porque sus pesebres tienen un valor sentimental o forman parte de una generación familiar.
“Hay mucha clientela variada; por ejemplo, hay empresas que llevan pesebres gigantes que cuestan hasta G. 6.000.000. Algunas personas solo solicitan el Niñito Jesús, algunas quieren restaurar algunas figuras porque no quieren reemplazar su juego por valor sentimental”, aseveró.
Finalmente, la artista destacó que el pesebre está muy arraigado con la tradición de las familias paraguayas y es un símbolo de unidad.
“Yo creo que es una bendición que como paraguayos sigamos con esta tradición, porque tener un pesebre representa lo que es la familia y es lindo que los chicos sigan con este legado”, puntualizó.
Para realizar pedidos de pesebres y otros trabajos, pueden contactarse con la artista al teléfono (0971) 563-244.