Conforme a las explicaciones de los arquitectos, las inversiones en el mercado inmobiliario local vinculadas a dinero sucio tienen distintos impactos negativos en nuestro país. Uno de los principales efectos negativos esgrimidos por los arquitectos, en relación al boom de los desarrollos inmobiliarios, hace relación a la demanda de materiales de construcción, que se dispararon en los últimos años y encarecieron los precios, ante el elevado volumen de edificios ostentosos y costosos en construcción, lo que ocasionó una inflación en los costos de los mismos.
Asimismo, sostienen que la burbuja que generan los edificios relacionados al ilícito de lavado de activos “expulsa a la clase media” de los núcleos urbanos “por sus altos precios inalterables”. Debido a esta situación, los mismos arquitectos se ven obligados a recorrer grandes distancias para satisfacer la demanda de viviendas en las periferias de Asunción, debido a que los capitalinos deciden mudarse a las ciudades aledañas.
Creatividad. Igualmente, los arquitectos explican que los efectos no solo se notan en términos económicos, sino que también afectan otros aspectos de la profesión. “En un país pobre la creatividad es el combustible del arquitecto para abaratar proyectos, buscar soluciones innovadoras y apropiadas, cuando el dinero no tiene límites la creatividad se cosmetiza y banaliza, sin aportar nada a la sociedad”, señalan, entre otros puntos.
El escrito agrega que la “justificación” sobre el supuesto beneficio a la economía del lavado de dinero “es una falacia y termina en pocas manos” y finaliza haciendo énfasis en la necesidad urgente de que las inversiones inmobiliarias a desarrollarse en Paraguay “se destinen a públicos reales con soluciones accesibles y apropiadas”.
La conclusión a la que llegan los arquitectos ante los hechos expuestos revela que la “narcoarquitectura” (como lo denominan en la publicación del gremio arquitctónico), se aglomera en condominios privados buscando seguridad y fragmentando aún mas a la ciudad y sumando a la especulación inmobiliaria.
Alegan que la estética del narcotráfico es ornamental y ecléctica, y que ellos deben luchar contra “Pinterest y arquitecturas descontextualizadas”, tratando de convencer a los clientes sobre la importancia de una arquitectura local. “Es hora que las inversiones inmobiliarias se destinen a públicos reales con soluciones accesibles y apropiadas”, concluyen los profesionales.
Empleos en construcciones
Al respecto del tema de los desarrollos inmobiliarios, Enrique López Arce, especialista en empleos, indicó que el sector volvió a reactivarse muy bien después de la pandemia, por lo que creció la demanda de mano de obra especializada y entrenada. “El sector de las construcciones se encuentra en su mejor momento, hay muchas solicitudes para cubrir cargos de ingenieros, arquitectos y albañiles”, destacó.