“El final de la vida de Jesús fue muy solitario. Aunque estaba rodeado de gente, era tremendamente solitaria la misión que tenía”, explicó en entrevista con Efe en Miami (Florida) el actor en relación al aislamiento voluntario que acometió durante la grabación de la serie, que se estrenará en Estados Unidos el próximo 5 de abril, domingo de Pascua, a través de la cadena NBC.
“Pasé tres noches durmiendo en el desierto, intentando centrarme y buscar ese lugar de simplicidad, de paz, de apertura”, señaló, tras rememorar los días que pasó en el desierto de Merzouga, en Marruecos.
“La Biblia te cuenta lo que sucedió, pero muy pocas veces te habla de lo que sintió él en ese momento. Intenté hacer un trabajo de introspección”, señaló el también cantante y director de ascendencia italiana.
Di Pace inicialmente se presentó a las pruebas de selección buscando el papel del apóstol Pedro, pero los productores Mark Burnett y Roma Downey le propusieron el rol protagonista, tras lo cual contó con dos semanas para “engancharse lo más pronto posible” al sufrimiento de Jesús en la cruz, momento en el que parte este relato que continúa la trama de su predecesora, “The Bible”.
El actor, que también buscó en los Evangelios el “material específico” para sumergirse en su rol, señaló que lo más importante era dotar a su personaje de humanidad, familiaridad y vulnerabilidad en el “peor momento de su vida”.
No obstante, su reto más grande fue llegar a la parte “más pura” de sí mismo y despojarse de cualidades como la ambición o la chulería, que normalmente le han exigido otros guiones, porque la figura de Jesús es “lo opuesto” a ello.
En el variado reparto de la serie, que trata de representar la sociedad actual, participan el británico Adam Levy (Pedro), el gambiano Babou Ceesay (Juan), el irlandés Emmett J. Scanlan (Saúl) y la tanzanesa criada en Zimbabue Chipo Chung (María Magdalena).
“El contenido bíblico está realzado por una forma de contar muy del siglo XXI, con un ritmo mucho más acelerado al que estamos acostumbrados, y cada toma está diseñada casi como un cuadro de Caravaggio”, detalló Di Pace.
Consideró que los espectadores de “A.D.” no solo disfrutarán del espectacular vestuario o la épica banda sonora del compositor Hans Zimmer, sino que también aplacarán una “sed de espiritualidad”.
“Creo que estamos tan saturados con pantallas, teléfonos e información que la gente tiene sed de espiritualidad, de saber algo más allá del ahora y el táctil”, reflexionó.
Nacido en Buenos Aires en 1979, Di Pace confesó que de niño soñaba con ser pintor, como su madre, hasta que conoció los escenarios y descubrió una vocación que a lo largo de su vida le ha hecho pasar temporadas en Italia, Reino Unido y España.
En Estados Unidos, su lugar de residencia actual, se dio a conocer gracias a la serie “Dallas”, en la que interpretó al millonario Nicolás Treviño, y tiene previsto este año el estreno del largometraje “After the reality”, en donde comparte créditos con el actor estadounidense Mathew Morrison.
No obstante, Di Pace no olvida el que un día fue su sueño y espera que el futuro le depare una oportunidad con los pinceles, pigmentos y lienzos. Eso sí, ante una pantalla, encarnando alguna figura del arte universal.