EFE, REUTERS y AFP
BUENOS AIRES-ARGENTINA
El Gobierno de Cristina Fernández defendió ayer su política monetaria, pese a la caída de las reservas de divisas del Banco Central, en medio de una fuerte incertidumbre económica por la crisis de la deuda y la devaluación del peso argentino.
El jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich, achacó a diversos motivos la caída de reservas, fundamentales para sostener el valor de la moneda nacional frente al dólar. “La República Argentina, en los últimos meses, ha experimentado una pérdida de 219 millones de dólares de reservas derivados de la cotización del oro y también de la composición de las monedas extranjeras dentro de su activo”, detalló Capitanich.
“En consecuencia, estas fluctuaciones, acompañando también las reducciones desde el punto de vista del flujo de liquidación de determinado tipo de bienes. Por ejemplo, la reducción del precio internacional de soja implica una menor cuantía en los procesos de liquidación”, agregó.
Además, indicó que la caída de reservas también se debe a la utilización de divisas del Banco Central para afrontar los vencimientos de deuda externa, como el pago realizado el 30 de julio al Club de París, y al costo de importación de energía.
Capitanich también justificó la política de aumento de tasas de interés por parte del Banco Central y la atribuyó a la necesidad de fomentar la financiación a las pequeñas y medianas empresas.
CAÍDAS DE RESERVAS Y EL PESO. Desde que Fernández anunció hace una semana un plan para pagar en Argentina a los acreedores de bonos reestructurados y esquivar el bloqueo impuesto por la Justicia estadounidense, derivado del litigio con los fondos buitre, las reservas del Banco Central cayeron en 264 millones de dólares y al cierre de ayer se cifraban en 28.685 millones.
El peso argentino en la plaza marginal cayó ayer martes a su piso histórico de 14,20 por dólar, debido a la demanda de ahorristas y empresas que se refugian en la divisa estadounidense, pese al anuncio de un incremento en las tasas por parte del Banco Central, dijeron operadores.
Agregaron que, en un contexto de volúmenes cambiarios reducidos, la búsqueda de dólares se mantuvo durante toda la jornada.
La moneda doméstica en el mercado informal cedió un 1,55 por ciento a 14,15/14,20 por dólar, quebrando el mínimo intradiario anterior de 14 unidades marcado la semana anterior.
Bajo la influencia del Banco Central, el peso mayorista se mantuvo estable por tercera rueda consecutiva a 8,40/8,405 por dólar. La brecha con el valor marginal trepó al 68,9 por ciento.
De acuerdo con varios analistas económicos argentinos, hasta se prevé una nueva desvalorización del valor del peso en un margen de hasta el 20 por ciento, de aquí hasta el fin del presente año.
Este panorama no es de lo mejor para el país.