El abogado constitucionalista y ex senador (2008-2013) Hugo Estigarribia manifestó que el Partido Colorado no cuenta con una disidencia fuerte y citó como ejemplo el acompañamiento para expulsar a Miguel Prieto de la Intendencia de Ciudad del Este y la reelección anticipada de Basilio Núñez como presidente del Congreso hasta el 2028.
Asimismo, dijo que al interior del Partido Colorado no se escuchan voces disidentes en las sesiones de la Junta de Gobierno, “más bien complacencia como la de Nicanor Duarte Frutos, quien es un instrumento que usa el oficialismo colorado para legitimar a Horacio Cartes”.
Comparó a Nicanor con el historiador y dirigente de la dictadura Leandro Prieto Yegros (1970-2020), quien admiraba al dictador Alfredo Stroessner. “Es una especie de Prieto Yegros moderno”, precisó.
“Lo que fue Prieto Yegros a la militancia stronista, lamentablemente en su momento cuando se legitimó la convención del 1 de agosto de 1987, ahora es Nicanor justificando, legitimando con su presencia en actos oficiales con Cartes”, expresó.
Agregó que Nicanor “ya tuvo su premio”, con la designación de su hijo José Duarte, presidente del Aneaes, y aparentemente buscará que sea legislador en el próximo periodo.
“Evidentemente Nicanor ya se volvió oficialista sin decirlo, sin ser parte de Honor Colorado es un oficialista más”, aseveró.
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“Esa siempre ha sido la actitud de Nicanor Duarte Frutos: aprovechar coyunturas. Primero con Horacio Cartes, cuando logró ser designado embajador en Argentina. Luego intentó volver a candidatarse al Senado, cuando Cartes también buscó postularse, pretendiendo violar la Constitución. Ahora, como no puede obtener un cargo electivo, maniobra de otras formas, como haber conseguido que no prosperen denuncias sobre su administración, a pesar de las sospechas y presunciones que pesan sobre ella que nunca fueron aclaradas porque no hubo una auditoría a fondo de la administración de Yacyretá”, detalló.
Estigarribia precisó que los demás disidentes “avalan con su silencio” o directamente no aparecen en las sesiones de la Junta, salvo Carmen Alonso, de Añetete, y Jesús Giménez, de Fuerza Republicana. “Son excepciones a la regla que de alguna manera dan un aspecto de democracia a las sesiones de la Junta”, observó.
<br/>La realidad es que el cartismo hace lo que quiere y los demás miembros que tienen sus movimientos disidentes no aparecen por la Junta o si aparecen, guardan silencio.<br/>
Recordó que con la nueva designación de Basilio Bachi Núñez, los disidentes terminaron votándole. Lo mismo ocurrió en la destitución de Miguel Prieto, donde acompañaron la decisión, salvo algunas excepciones como Mauricio Espínola, que estuvo ausente.
“Es decir, tampoco en esos momentos se percibió una disidencia con una línea clara, contundente y firme de respuesta, de contestación o de propuestas diferentes”, remarcó.
No obstante, puntualizó que en los discursos políticos y en las reuniones sí aparecen posturas críticas, pero siempre de manera aislada, no en la acción concreta, lo cual refuerza el poder hegemónico de Horacio Cartes.