El plan se realizó en alianza con el Ministerio de Educación y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), en conjunto con organizaciones aliadas.
El objetivo del modelo educativo salesiano busca que la educación ambiental forme parte de manera práctica y transversal del currículo escolar para fomentar la conciencia ecológica y lograr un impacto más allá de las aulas.
Para lograr esta meta capacitaron a los docentes para que implementen herramientas pedagógicas actualizadas y enfoques interdisciplinarios en sus clases.
Los profesores presentan a los estudiantes propuestas innovadoras y así puedan realizar proyectos como huertas escolares, experimentos e investigaciones con laboratorios móviles, gestión de residuos, reciclaje, reutilización de aguas, recuperación de recursos hídricos y exploración de energías alternativas.
Participan del proyecto instituciones de la Red Salesiana de Escuelas (16 instituciones) y las escuelas públicas: Escuela y Colegio San Isidro Labrador y Escuela y Colegio Padre Guido Coronel.
Entre las experiencias destacadas, el Colegio Salesiano Santo Domingo Savio de Puerto Casado (Alto Paraguay) montó un sistema de iluminación solar, que además de iluminar sus instalaciones, sirvió de ejemplo práctico para los estudiantes y la comunidad.
Otras instituciones salesianas recibieron un sistema fotovoltaico a escala para que los alumnos practiquen su instalación y se capaciten en el uso de energías renovables.
Cristina Carmona, representante del MEC, indicó que “la idea del proyecto es que cada aula de las escuelas del Paraguay se convierta en un laboratorio de ciencias”.
Explicó que se debieron analizar elementos curriculares para congeniar con las propuestas de educación ambiental con propuestas más innovadoras para despertar el interés de los estudiantes. Resaltó que el objetivo principal es que el proyecto se implemente en todas las escuelas de la República.
Lo que se sabe sobre ambiente
Por su parte, María José Llamosas, coordinadora del proyecto, explicó los resultados obtenidos con dicha actividad.
“En cada mes que nosotros realizábamos las capacitaciones encontramos que sí hay muchas iniciativas y muchos avances en el tema, pero también hay algunos vacíos que debemos solucionar o tenemos un potencial de trabajo”, expresó y explicó que solamente el 28% de la población pudo conceptualizar correctamente la educación ambiental.
En tanto, indicó que el 69% calificó la educación ambiental como una simple transmisión de conceptos y que un 3% no asocia a ninguna cosa con la educación ambiental.
“Las personas, los estudiantes y los docentes tienen en su mente que educación ambiental es dar informaciones ambientales, cosa que no corresponde con el verdadero significado”, sostuvo.
Comentó que en la implementación de la separación de residuos se obtuvo que solamente el 51% supo clasificar una botella de plástico como un residuo inorgánico reciclable.
En tanto, el resto lo clasificó como residuo orgánico o como basura. “A pesar de que no se manejan correctamente los conceptos, el 86% de las personas tienen un pensamiento crítico y asumen que su comunidad tiene problemas ambientales”.