“Existe una lamentable injerencia en ambos órganos (Justicia y Fiscalía) de actores de poder extrajudicial, lo cual conspira contra el buen servicio a la ciudadanía“, dijo.
“Cuando la política de cualquier índole ingresa a las puertas del proceso, nos alejamos del elemento justicia. Eso ya se inicia desde la misma selección y designación de jueces. Hablamos de cupos políticos, jueces o fiscales, que les deben sus cargos a los determinados estamentos políticos y, obviamente, no vamos a tener una buena administración de justicia” afirmó.
Remarcó que se inicia en la selección de magistrados y de fiscales, porque el Consejo de la Magistratura es un órgano constitucional que se ha politizado, y eso conspira contra la imparcialidad que deben tener los jueces y la objetividad de los fiscales.
Bogarín refirió que no era un secreto el bajo nivel de credibilidad del Poder Judicial y el Ministerio Público. “Ambas instituciones son responsables de que exista el elemento impunidad”, dijo.
Con relación a lo dicho por el titular de la Corte, Alberto Martínez, refirió que la Fiscalía es la titular de la acción y tiene la obligación de presentar elementos de pruebas contundentes para fundar acusaciones y condenas.
“El Poder Judicial y sus jueces no deben convertirse en meros homologadores del Ministerio Público y deben evaluar los elementos de pruebas para tener una certeza positiva para las condenas”, agregó y refirió que ambos órganos debían controlarse mutuamente, porque son responsables de la buena marcha de la Justicia.