También se pretende reconvertir la matriz energética y pasar de la demanda eléctrica actual del 19% al 28%; la de biomasa sostener en un 42% y el consumo total de energía fósil del 39% actual a solo el 30%.
Entre los beneficios de la electromovilidad, consignados en el documento Estrategia nacional de movilidad eléctrica, que maneja el CEME, se encuentra el impacto económico y generación de empleo, mediante la previsión de que para el año 2050 habrá unos tres millones de cargadores eléctricos, con infraestructura por la que se generarán 138.697 empleos directos e indirectos.
La inversión directa del Estado sería de unos USD 5.259 millones al adecuar las redes eléctricas e instalación de cargadores públicos, de acuerdo con el documento.
En tanto que para 2030, se podría reducir el consumo de combustibles fósiles en alrededor del 26%, además de una reducción importante de gases de efecto invernadero.
Mientras que al impacto dentro del sector energético, se habla de un ahorro de energía del sector transporte, de alrededor de 1.471 TW/h acumulada hasta el 2050; además del consumo de electricidad por parte del sector transporte de 24.836 GW/h. “Para el 2030, se habría conseguido reducir el consumo de combustibles fósiles en alrededor del 26% facilitando cumplir las metas del Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030”, expresa el estudio. Sobre la importación, se consigna que desde 2012, en Paraguay entró en vigor una Ley de Incentivo a la Importación de Vehículos Eléctricos, modificada en 2014 (Ley 5183/2014).