En un contexto de estabilidad en los mercados energéticos globales, la estatal Petropar y varias empresas privadas del sector implementaron una reducción en los precios de los combustibles a partir del 1 de diciembre. Esta medida, que busca reflejar las tendencias actuales en los costos internacionales, ha sido analizada por el doctor Victorio Oxilia Dávalos, reconocido experto en energía, investigador y docente, en declaraciones al diario Última Hora.
De acuerdo con Oxilia Dávalos, la decisión de bajar los precios no es arbitraria, sino que se sustenta en fundamentos técnicos sólidos.
“Los precios del petróleo y de sus derivados han retrocedido a niveles similares a los que se registraban antes del 2022, cuando se produjo el último gran incremento”, explicó el especialista. A esto se suma el comportamiento del dólar estadounidense, moneda en la que se comercializa el crudo a nivel mundial, cuya tasa de cambio respecto al guaraní ha regresado a valores observados hace aproximadamente cuatro años. Estos elementos combinados han creado un escenario propicio para ajustes a la baja en el mercado local.
El experto enfatizó que, en la actualidad, no existen indicadores que justifiquen un aumento en los precios de los combustibles. Por el contrario, sostuvo que hay argumentos adicionales para considerar reducciones aún mayores. “No existen motivos para incrementos. Hay más fundamentos para inclusive reducir los precios”, detalló.
En este sentido, mencionó el caso del alcohol, un componente clave que se mezcla con las gasolinas en Paraguay para producir combustibles como la nafta etanolada. Aunque el costo del alcohol ha experimentado una ligera disminución, Oxilia Dávalos aclaró que su precio está influido en gran medida por factores locales, como la producción de caña de azúcar y otros insumos agrícolas, lo que hace que el impacto de las variaciones en la tasa de cambio del dólar sea menos significativo en comparación con el petróleo importado.
Al referirse al panorama internacional, el investigador señaló que los precios del crudo se mantienen estables en los mercados globales, sin fluctuaciones abruptas que puedan alterar el equilibrio.
Sin embargo, para el caso específico de Paraguay –un país importador neto de derivados del petróleo–, el factor más relevante es la depreciación relativa del dólar. “Los precios internacionales están estables. Pero para nosotros el efecto importante es la tasa de cambio baja para el dólar”, comentó Oxilia Dávalos. Esta situación beneficia directamente a los consumidores paraguayos, al reducir los costos de importación y, por ende, los precios finales en las estaciones de servicio.
En una comparación regional, el experto destacó que Paraguay se posiciona favorablemente en términos de precios de combustibles. “Paraguay tiene los precios relativamente bajos en la región”, indicó, atribuyendo esta ventaja a una combinación de políticas internas eficientes y las condiciones externas mencionadas. Países vecinos como Brasil, Argentina y Bolivia enfrentan dinámicas diferentes, influenciadas por sus propios niveles de producción petrolera, subsidios gubernamentales o volatilidades económicas, lo que a menudo resulta en tarifas más elevadas para los usuarios.
para el 2026. Mirando hacia el futuro, Oxilia Dávalos ofreció una perspectiva sobre el mercado del crudo para el año 2026, basada en proyecciones económicas y productivas. “Se espera que los precios internacionales de petróleo se mantengan bajos en el 2026 por un crecimiento económico global muy modesto y una buena producción de petróleo”, expresó. Según el especialista, no se anticipan crisis geopolíticas o sorpresas que puedan alterar esta tendencia, al menos con la información disponible en este momento. Factores como la transición hacia energías renovables en economías desarrolladas y el aumento en la oferta de crudo de productores como Estados Unidos y países de la OPEP podrían contribuir a esta estabilidad.
No obstante, advirtió que el monitoreo constante de variables como el crecimiento global y posibles tensiones internacionales será clave para ajustar expectativas.
