21 may. 2024

Vivir intensamente

Cuando la vida tiene dos 8 juntos (88 años) como expresión de los años pasados, necesariamente, brota este mensaje: “Vivir intensamente es felicidad”. No todos, desgraciadamente, lo pueden decir. Unos porque la pobreza, sin culpa de quienes la sufren, destruyó anulando su vida en busca de cosas esenciales que debieran, por equidad, de estar resueltas en una sociedad. Otros, porque la plata acumulada en poco tiempo, no les hace más felices, sino más temerosos de perderla.

Para los demás, luchadores de vivir con comida, salud, formación y dignidad, soñando siempre en un Paraguay mejor, la llamada es la de vivir intensamente.

Pero, ¿qué es vivir con intensidad?

La respuesta no va por lo de tener, acumular, guardar, aumentar etc... cosas materiales, ornamentales, agradables, exitosas o incluso del espíritu.

Vivir con intensidad es tener ante todo un “porqué” del vivir, una causa que nos arrastre, que vaya siempre por delante de nosotros, animándonos a alcanzarla, aunque nunca lleguemos del todo a ella. Y, curiosamente, las causas que más nos ganan, ganándonos el corazón, siempre tienen que ver con la entrega, solidaridad, amor y compromiso, hacia los demás.

En segundo lugar, esta vida intensa es difícil lograrla en solitario. Se vive desde una pareja, una familia, una comunidad o dentro de una organización con los mismos ideales.

Tercero y es principal: Esta adhesión a la intensidad de vida hay que alimentarla de otro modo irá empequeñeciéndose.

Los cristianos encontramos esto en la persona de Jesús que, refiriéndose a su causa que es la causa de Dios, nos está siempre recordando: “No permitan que los hijos de las tinieblas sean más listos que los hijos de la luz”, “el dilema es Dios o el dinero”, “el que toma el arado y mira para atrás no es digno de seguir conmigo”.

En este día deseo para todos esta vivencia intensa de vida, que da felicidad.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.