13 may. 2024

¡Unión e Iguald… y paridad!

Por Carolina Cuenca – ccuenca@uhora.com.py

Carolina cuenca

Se presentó un proyecto de ley que busca la paridad en la repartición de cupos de poder como una forma concreta de obligar a la sociedad, sobre todo política, a admitir la igualdad de la mujer con el hombre.

Este movimiento por la paridad no es una idea nueva, se expandió desde Francia en los años 90 desde bases feministas y hoy ya despierta suficientes recelos.

Algunas feministas consideran útil la ley de paridad, pero otras están en contra. ¿Qué nos importa al resto de la población? Que tiene que ver con el bien común. De hecho, la ley es para todos.

El feminismo a favor cuestiona una democracia en la que la mayoría de sus instituciones representativas no tienen la misma cantidad de mujeres que de hombres en su gobierno.

Lo consideran un “monopolio masculino del poder”. Incluso hablan de que detrás está una normatividad “asimétrica” basada en el control sexual, la domesticidad, la exaltación de la maternidad y la sumisión de la mujer, en el contexto de la familia tradicional.

Es decir, si vamos a discutir un tema de bien común como la ley de paridad, deberíamos entender las ideas que están detrás del debate.

¿Pasa la universalidad de la igualdad de la mujer por los cupos obligatorios de poder que se le den?

¿Pensamos así los paraguayos?

¿Deseamos nosotros que, como propone Hillary Clinton, el Estado use sus “fuerzas coercitivas” para cambiar la cultura tradicional, o nosotros vamos por otra vía hacia nuestro progreso democrático? ¿Por qué no? Después de todo, si la idea es ayudar a democratizar nuestra vida, la coerción no parece el camino más coherente. Y este es uno de los cuestionamientos esenciales a los proyectos como este, llamado de “paridad”.

¿Ya olvidamos la historia política reciente?

¿Recuerdan los famosos pactos de cuoteos hasta en la misma Corte Suprema de Justicia? Llenar un cupo político por simple cuoteo nunca resulta a favor del verdadero reconocimiento de la igualdad de oportunidades.

Entre dos candidatos debemos poder optar libremente por el más idóneo.

Nadie debería ser elegido por “ser mujer” o por “ser varón”, sino por ser una persona capaz y más idónea que sus contrincantes.

Algunos nos inclinamos más por el llamado tercer feminismo, más equilibrado y ya “de vuelta”. El desafío es construir una sociedad donde se promueva la dignidad de varones y mujeres, sin complejos por ser diferentes y complementarios. Para ello sí todavía queda mucho por hacer.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.