Después de haber citado durante la campaña presidencial a los ex presidentes demócratas John F. Kennedy y Franklin D. Roosevelt, así como al republicano Abraham Lincoln, el presidente electo planearía retomar el 20 de enero el hablar claro de Reagan. Pero el orador populista de 70 años no escribe solo. El principal redactor de su discurso será el joven californiano Stephen Miller, ex consejero del futuro ministro de Justicia Jeff Sessions, que ya se había ocupado del discurso del entonces candidato para la convención del Partido republicano.
En 1981, después de comenzar su discurso agradeciendo a su predecesor, Ronald Reagan afirmó que Estados Unidos enfrentaba un mal económico de gran amplitud.
Prometió reformar el régimen fiscal y alabó los méritos de la libre empresa, dos temas que marcarían sus ocho años en el poder. “En esta crisis actual, el Estado no es la solución a nuestro problema. El Estado es el problema”, había recalcado. Si bien los asesores de Trump precisan que el millonario todavía no definió el tema principal de su discurso, entre sus prioridades debería figurar la de alivianar las cargas de las empresas para reactivar la economía, que considera averiada. El discurso de investidura marca el lanzamiento de una nueva presidencia y define en general, a posteriori, a los ocupantes de la Casa Blanca. afp