A pesar de que la Cámara de Diputados aceptó su renuncia ya el sábado, Nancy Torreblanca apareció ayer en la Contraloría como si nada hubiera pasado; marcó su asistencia poco después de las 6.00 y al llegar el contralor interino, Roy Rodgers, raudamente abandonó la institución.
Rodgers, ex asesor jurídico del ente, marcó ayer su asistencia ya como contralor interino, aproximadamente a las 9.30. Al darse por enterada de la llegada de Rodgers y de los medios de comunicación, Torreblanca salió de la institución. Según trascendió, se encontraba haciendo oficina en la Subcontraloría.
De entrada, Rodgers tuvo impedimento para ingresar a su nuevo despacho, pues se encontraba cerrado con llave.
Debió acudir a copias de llave para poder ingresar a su nueva oficina, en donde finalmente tomó posesión del cargo de contralor interino en un sencillo acto que contó con la presencia de algunos funcionarios de la institución.
El contralor interino señaló desconocer si Torreblanca pidió su reincorporación, pero que de cualquier manera, “obrarán dentro del marco de la legalidad y la transparencia”.
“Estamos recién llegando, estuvimos tomando todas las medidas previas para poder perfeccionar este acto de la mejor manera posible. La capacidad de peticionar es una garantía constitucional que es respetada para cualquier individuo”, expresó el funcionario.
Aseguró que emprenderá una lucha frontal contra la corrupción y se comprometió a “reencauzar el rumbo” de la Contraloría.
Nancy Torreblanca, ex contralora interina, había renunciado al cargo ante la inminente destitución por la vía del juicio político que se le venía en la Cámara de Senadores.
Torreblanca, quien era subcontralora, asumió el cargo tras la renuncia del contralor Óscar Rubén Velázquez, quien también prefirió la salida por la vía de la renuncia antes que por juicio político, tras el escándalo de abusos con el erario público descubierto por ÚH en el caso de la secretaria vip Liz Paola Duarte.
Rodgers juró el sábado en la Cámara de Diputados, luego de que dicho cuerpo legislativo aceptara la renuncia de Torreblanca.
El ahora contralor interino juró en el cargo gracias a una medida cautelar del Tribunal de Cuentas que lo repuso en el puesto de director de Asuntos Jurídicos de la Contraloría, ya que Torreblanca lo separó del cargo al asumir.
Malestar. Roy Rodgers es resistido por algunos sectores políticos y gremiales dentro de la Contraloría, quienes lo acusan de ser cómplice de Velázquez, debido a Rodgers prácticamente era su mano derecha.
En la puja interna, se llegó a hacer público una denuncia en contra suya en el Ministerio Público por un caso de mala utilización de fondos del Fonacide en Ciudad del Este.
Al respecto, el mismo dijo que no era auditor y que le atribuyeron la culpa por una entrevista que brindó, diciendo que en el informe de auditoría no constaba daño patrimonial.
Rodgers presentó además su candidatura para ocupar el cargo de contralor general que debe designar a fin de año el Congreso, a partir de una terna en el Senado que escoge Diputados.