28 mar. 2024

Ternura, el arma contra el abuso

Una agencia publicitaria local ideó los primeros muñecos antiabuso del mundo. Ellos nos presentan a Arami y Amaru, que se han convertido en los juguetes más solicitados por los adultos, para proteger a los niños.

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Revista Vida

Por Silvana Molina / Fotos: Fernando Franceschelli

No me toques ahí”. “Me lastimás”. “Sacá tu mano”. “Si me hacés naná, voy a contar”. Son las frases que dicen Arami y Amaru cuando les tocan partes de su cuerpo donde no deberían. ¿Y quiénes son estos personajes con nombres en guaraní? Unos simples muñecos de tela, pero con un gran potencial para convertirse en una eficaz herramienta para prevenir el abuso infantil.
La idea surgió en la agencia Kausa, donde sus creativos, preocupados por las crecientes denuncias de casos de niñas embarazadas –reflejo del alto índice de abuso infantil–, se propusieron hacer algo al respecto. “Vimos que la mayoría de las campañas institucionales que se hacían eran reacciones a un abuso ya concretado. Y nosotros queríamos ir a la prevención, ser capaces de evitar que suceda. Porque una vez que ocurre, el niño o la niña se quedan con un trauma para siempre”, explica Alberto Cabrera, director general creativo de la publicitaria.
Así, después de un año de bocetos, pruebas y errores, idas y venidas, y el asesoramiento de sicólogos y otros especialistas, la idea se materializó en dos tiernos muñecos de trapo: Arami (niña) y Amaru (niño), que contienen en su interior –estratégicamente ubicados en los lugares que corresponden a las partes íntimas de una persona– unos dispositivos de voz que se activan al tocarlos.
“Son los primeros muñecos antiabuso del mundo”, cuenta orgulloso Cabrera. “Ellos enseñan a los chicos qué partes de su cuerpo son solamente suyas y no pueden ser tocadas por otras personas. Lo que buscamos es que sirvan de herramienta a docentes, padres, sicólogos, etcétera”. Si los niños y niñas logran entender el porqué de esos mensajes que escuchan, podrán asumir la misma actitud cuando se encuentren en una situación similar.
Rompiendo el hielo
Desde un principio, el Laboratorio Díaz Gill y Amnistía Internacional dieron su apoyo al proyecto, que empezó a gestarse a inicios de 2015. Ya este año, con los primeros prototipos construidos, se sumó el Ministerio de Educación, que en principio decidió entregar un juego de muñecos para cada institución pública –en un futuro la idea es llegar también a las privadas– y elaborar un manual para orientar a los docentes en el uso de esta herramienta, a través de unos talleres que ya se están desarrollando.
“Los muñecos sirven de excusa para romper el hielo y poder empezar a hablar del tema, que hoy en día es un tabú. Luego los niños van a tener más preguntas y ahí es donde el docente, u otro adulto, tiene que estar preparado para responderlas”, comenta Jerónimo Salleras, director creativo de Kausa. “Finalmente, lo que se busca es ser una barrera para el posible abusador, que no pueda aprovecharse de la inocencia o de la ignorancia de un niño”, agrega.
Y es que, en nueve de cada 10 casos, el abusador forma parte del entorno cercano, incluso familiar: “O es un tío o un padrastro o un amigo de toda la vida. Entonces, es muy importante que los chicos entiendan que hay secretos que no pueden ser guardados”, alerta Cabrera.
Los más pedidos
Por lo pronto, a los 500 pares de muñecos que ya se han fabricado se sumarán otros 2.500 pares que solicitó el Ministerio de Educación. Unicef y la OEI (Organización de Estados Iberamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) también se están uniendo al proyecto y van a encargar la confección de más muñecos.
“Así, con el aporte de estas organizaciones y de otras empresas del Estado con las que se está conversando, queremos confeccionar entre 12.000 y 14.000 muñecos para el 2017", proyectan los impulsores de la idea.
Hace unos días, el MEC presentó oficialmente un manual para los docentes –a quienes ya se les está capacitando–, mediante el cual se les brinda herramientas para abordar el tema con los niños de una manera divertida, con juegos y distintos tipos de interacciones y ejercicios.
En una segunda etapa, los impulsores del proyecto quieren llegar también a los sicólogos, tanto de las Codenis como del sector privado. “Desde que hemos lanzado la campaña, no paran de escribirnos a las redes sociales de la agencia sicólogos infantiles, pediatras y docentes, que nos preguntan cómo pueden obtener ese pack de muñecos. Incluso especialistas de Encarnación, Ciudad del Este, Alto Paraná y también de otros países, como Argentina, Colombia y México”, revela Salleras.
Ahora, queda en manos de los docentes, sicólogos y otros adultos aprender a sacarle provecho a esta herramienta, para que en un futuro no muy lejano pueda producirse un descenso en las cifras de abuso infantil y se haga realidad el slogan de la campaña: “La infancia es un derecho que no se toca”.

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Fabricación artesanal
Los primeros 500 pares de muñecos Arami y Amaru fueron fabricados por una artesana de Areguá, Carola Mazzotti. Pero los dispositivos de voz se tuvieron que traer del exterior, porque aquí no hay quien los fabrique. Sin embargo, la Senatics se comprometió a buscar la manera de que puedan crearse en Paraguay.

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Cifras que duelen
Según el Ministerio de Salud Pública, al año, unas 700 niñas quedan embarazadas en Paraguay. Es decir, dos niñas por día. Estas son las cifras oficiales, en base a los casos denunciados. Se estima que los números reales alcanzan índices escalofriantes, ya que la mayoría de los casos no son denunciados y no hay señales visibles, sobre todo cuando se trata de varones.