Los colonos se vieron impedidos, por el acuerdo con los campesinos, de plantar las tierras en litigio. Pero desde hoy lo podrán hacer, ya que la tregua fenece.
En ese acuerdo temporal se incluía un compromiso de evitar las provocaciones, por ambas partes, y evitar la violencia, en cualquiera de sus formas, entre los sectores enfrentados.
Se prevé un panorama sombrío para las 200 familias campesinas que fueron desalojadas en setiembre pasado, pues el Indert cada vez está más lejos de hallar una solución a la problemática de tierras en la colonia.
El ente rural propone a los campesinos la reubicación como salida al conflicto. Opción que no aceptan los labriegos; para ellos, solo por las vías de la expropiación, la nulidad de títulos y la reversión es posible encaminar una solución pacífica.
Las familias que fueron desalojadas están bajo carpas, en predios de escuelas y capillas dentro de la colonia. Otro grupo se encuentra desde hace más de un mes en la capital del país, refugiado en la Catedral Metropolitana, participando de infructuosas reuniones convocadas por el presidente del Indert, Justo Cárdenas.
RESISTENCIA. El sábado se realizó una asamblea popular en Guahory, organizada por la Federación Nacional Campesina (FNC). Se resolvió utilizar el mecanismo de la resistencia para lograr la recuperación de las parcelas por parte de las familias desalojadas.
Del encuentro participaron la diputada por el Partido Liberal, Emérita Sánchez, los intendentes municipales de Tembiaporã y 3 de Febrero, Sotero Cáceres y Tulio David Matto, respectivamente. Además estuvieron concejales municipales de varios distritos que apoyan la lucha de los campesinos de Guahory.
TENSIÓN. Un ambiente tenso se vive en la colonia, resguardada por una gran cantidad de efectivos policiales. Se habla de que en los próximos días podría registrarse una nueva ocupación ante la negativa de aceptar las propuestas de la institución agraria.
Por otro lado, los colonos de origen brasileño esperan aprovechar los últimos días recomendados de siembra de soja para la obtención de beneficio económico de las tierras que consideran como suyas.