Por Jacqueline Torres
Álvaro Giménez Kropf (29 años) es un paraguayo que trabajó mucho tiempo para organizaciones no gubernamentales, esta labor lo acercó mucho a la gente, pero él deseaba hacer algo más grande, para así plasmarlo en su libro, al que busca denominar: Un viaje al Paraguay.
Se puso como objetivo recorrer los 17 departamentos del país. Para poder sustentarse durante todos estos meses tuvo que renunciar a su trabajo y realizar varias rifas, en las que ofertaba sus pertenencias, entre ellas su vehículo.
LEA MÁS: Joven recorrerá a pie los 17 departamentos del país
El viajero empezó su travesía en junio y la terminó en noviembre. En cinco meses y medio recorrió ocho departamentos del centro y del sur de la Región Oriental, completando así un camino de 2.000 kilómetros y la visita a 85 ciudades.
El aventurero tuvo que abandonar temporalmente su objetivo debido a algunas dificultades de salud, pero igualmente ganó aprendizajes y anécdotas para su proyecto. “Pude conocer a mi gente, lo que es ser paraguayo, y cuando conocí todo eso, me di cuenta de lo diverso que es el país”, manifestó.
Agregó que se dio cuenta de que la historia de las guerras aún sigue muy presente en los compatriotas: “Seguimos sintiendo mucha injusticia, de repente, humillación. Creo que lo que pude encontrar, de alguna forma, es que el corazón de un paraguayo siempre se mantuvo dulce, a pesar de los reveces”.
Cuando anunció que iba a rifar su vehículo para financiar el viaje, su historia se hizo viral en Facebook, con la página Un viaje al Paraguay, donde cientos de personas contactaron con él para brindarle apoyo y también un hogar donde quedarse durante el trayecto.
Se sintió como un hijo sobreprotegido en cada casa a la que llegó e, incluso, fue recibido por más de 30 Comisarías que le brindaron un lugar acogedor cada vez que se hacía de noche. “Solo les pedía permiso para armar mi carpa en el patio y en algunas partes me cedían hasta una pieza con colchón”, señaló.
VALIENTE
El viajero lo había planeado todo por meses, pero sin sorpresas un viaje no sería una gran aventura. Álvaro conoció a un amigo que nunca imaginaría que caminaría a su lado los 800 kilómetros que entonces le restaban de trayecto.
Si bien empezó solo, a la mitad de la travesía conoció un compañero de viajes que estaría a su lado día y noche, llueva o truene. “De los 7 millones de habitantes que hay en el Paraguay, justo decidió elegirle a un loco que estaba caminando”, manifestó el joven aventurero.
Tras asumir el gran desafío de emprender camino con su nuevo amigo, un can: "Él hizo que mi viaje evolucione, por su presencia, por el trato que tenía la gente con Valiente cuando llegábamos en cada ciudad, es una historia increíble dentro de la travesía”, sostuvo.
Cuando Álvaro decidió adoptar a Valiente, como él mismo nombró a su nuevo compañero, tuvo que aprender a cuidarlo desde cero, porque nunca en su vida había tenido un perro.
Finalmente, alentó a la ciudadanía para que se anime a viajar, especialmente al interior, para renovar el concepto del país. “Hay que pegarse una vuelta, por lo menos una vez al año. Tampoco que sea tan extremo como lo que hice, pero hay que intentar conocer más sobre nuestra historia y gente”, finalizó.