Lo hizo por medio de un comunicado, luego de lamentar la muerte del joven de 23 años y explicar que decidieron llamarse al silencio, pese a las acusaciones, por respeto a la familia del fallecido. Los representantes legales de la empresa de seguridad optaron por defenderse e incluso se basaron en una ley para zafar de la culpabilidad.
Recordemos que en la noche del jueves último, Mauricio fue muerto de una bala en la nuca cuando, en compañía de su amigo Giovani Vera Cano (20), testigo del hecho, abordaron sin permiso el automóvil de su familia para dar unas vueltas. En tal momento, la hermana del asesinado llamó a Protek, su aseguradora, pidiendo que encuentren el auto porque Mauricio estaba pasando por una crisis por abstinencia, ya que era adicto a las drogas.
Ante lo sucedido, cinco días después del hecho la empresa decidió comunicar que Protek fue constituida por la Resolución N° 81, de fecha 24 de octubre de 1996, emitida por la Comandancia de la Policía Nacional bajo la Ley No 5.424/2015, “Que regula la prestación de vigilancia y seguridad de las personas y bienes patrimoniales en el ámbito de seguridad privada”, y que mediante la Ley N°4.036/2010, “De armas de fuego, sus piezas, componentes, municiones, explosivos, accesorios y afines”, sus guardias pueden portar armas.
Haciendo uso de tal normativa, aseguran que sus funcionarios están facultados para proceder equipados: “para dar respuesta armada con autos, camionetas o motos”.
“Los Guardias de Seguridad de Patrulla de MONITAL (Protek) afectados o destinados a prestar el servicio de respuesta armada están autorizados ministerio legis, esto es, por imperio de la Ley, a portar armas, por lo que rechaza y desmiente enfáticamente cualquier publicación, manifestación o afirmación de irregularidades”, dicta parte del comunicado.
Agregaron que sus profesionales son capacitados para el efecto y nuevamente, de manera tímida, se defendieron de las acusaciones de la prensa, que habla de que los guardias de seguridad, según expertos, no pueden portar armas de fuego.
Añadieron también que ya se pusieron a disposición de las autoridades e instituciones públicas para que el hecho sea investigado y abordado de manera objetiva.
Imputación
Los guardias de seguridad de la empresa que dispararon contra Mauricio declararon el viernes en la Fiscalía Barrial Nº 7. Los mismos procedieron en medio de una persecución y terminaron matando al joven conductor, quien finalmente era el hijo de los dueños del rodado.
Se trata de Julián Benítez y Óscar Blanco, quienes se presentaron poco después de las 8.00 ante la fiscal María Teresa Ruíz Díaz.
Blanco fue imputado el viernes por homicidio doloso y sobre el mismo cae una orden de prisión preventiva. Él fue quien propició el disparo.