El jefe del Departamento de Control de Automotores de la Policía Nacional, Fabio Sanabria, informó sobre el nuevo sistema en una conferencia de prensa. “Estamos ante una figura de modus operandi de delincuentes que están actuando en nuestra sociedad”, dijo.
La investigación refiere que el grupo delincuencial, como primer paso, realiza la búsqueda del automóvil a ser robado y otro con similares características para sustraerles sus chapas.
Luego de perpetrar el robo del vehículo, utilizan la patente del otro rodado para la clonación con trabajos de chapería, es decir, modifican el número de chasis.
Con ese paso, el automóvil robado pasa a tener los mismos datos que aquel al cual se le sustrajo la chapa.
“Al tener un vehículo clonado se procede a la fabricación de documentos, como la cédula verde y certificado de compra y venta. Sin embargo, ese procedimiento también se realiza usurpando la identidad de otra persona”, aclaró.
Al tener esos documentos, se procede a la venta del vehículo, siendo víctimas la playa de autos y el comprador final.
“Este grupo, al llegar a una playa, ofrece el auto de menor calidad y adquiere otro pagando la diferencia. Entonces ya saca un vehículo limpio y deja el auto en situación irregular en la playa”, agregó el jefe policial.
El comisario Sanabria dijo que es difícil percatarse de esa situación porque solo puede ser detectada la modificación del número de chasis a través de un procedimiento químico.