El pecado de los mismos es ser afiliados de la ANR y haberse presentado sus candidaturas por otros sectores.
En el caso de Petta lo hizo por el Encuentro Nacional, de donde ya fue expulsado; y Giuzzio se candidató por el PDP (Partido Democrático Progresista), que es liderado por Rafael Filizzola.
“Mi expulsión es muestra de la incoherencia, ya que por un lado pregonan armonía entre los correligionarios y proponen alianzas, pero sin embargo expulsan a los que piensan diferente”, dijo Petta.
“Este no es el Partido Colorado de Bernardino Caballero, Méndez Fleitas, Waldino Ramón Lovera, Eduardo San Martín y de otros referentes históricos”, sentenció.
Sostuvo que el presidente de la República, Horacio Cartes, es el único responsable que le pone a la ANR en una situación de crisis y división.
“Se ordenan alianzas con quienes siguen sus pretensiones, llámese Unace, y se ordena persecución a los afiliados del propio partido y afiliado de otros partidos”, cuestionó el legislador.
Por su parte, Giuzzio sostuvo que no le debe absolutamente nada al Partido Colorado. “He asumido todos los cargos fuera del Partido Colorado. Tampoco el Partido Colorado me debe absolutamente nada a mi”, refirió.
“Lo que sí me llama la atención es ese fenómeno de la arbitrariedad que se pretende generar a partir de este tipo de salida”, y vaticinó la derrota en el 2018 de la ANR reprisando lo del 2008, agregando que Cartes es el mejor jefe de campaña de la oposición.
“Poco favor le está haciendo para cualquier tipo de alianzas en el futuro. Creo que el Partido Colorado tiene que empezar a analizar, autoevaluarse, en el sentido que cada vez será más difícil presentarse solo (en elecciones)”, indicó.
“No hace falta ir muy lejos para ver la chance. El 2008 es el ejemplo más cercano que tenemos. ¿Por qué asume Lugo? Por el descontento. Lo mismo se está dando ahora”, remató.