La familia Sánchez abrió esta mañana las puertas de su vivienda, como todos los años, para todos aquellos que deseen apreciar el pesebre gigante que adorna el domicilio y a la vez sella el pacto de fe y fidelidad a Dios.
Se trata de un pesebre que muestra innovaciones cada año. En esta oportunidad la recreación del nacimiento de Jesús se desarrollará en un establo más grande, que mide 12 metros por 8 de largo, y con piezas móviles.
El pesebre está ubicado sobre la ruta Marcial Samaniego, que une Itá con Itauguá (camino al Hospital Nacional), a tres kilómetros de la ruta 2. Está habilitado para que cualquier interesado o interesada pueda contemplar la fusión del arte con la fe.
Ya el año pasado el pesebre de la familia Sánchez fue declarado de interés cultural por la Municipalidad de Itauguá, al igual que este año, bajo la Resolución 2.165/2016, según confirmó doña Ramona, líder de todo el despliegue artístico.
Este año, para innovar una vez más, se nota la incorporación de quince piezas móviles que representarán las profesiones de la época, como el dueño de la posada, un panadero, una lavandera, un carpintero, pastores de ovejas, entre otros.
Doña Ramona confesó que este 2016 les tomó 22 días armar el establo, entendiendo que iniciaron los trabajos en el mes de octubre. Aprovechó la entrevista para agradecer a la Comuna por haber declarado de interés cultural la obra de arte.
Por su parte, las artesanas de la ciudad decidieron aportar lo suyo para decorar el pesebre, por lo que forraron varias pelotas de isopor con ñandutí.
Pidieron además, que las personas que estén de paso por la zona no se olviden de detener la marcha en la casa de la familia para deleitarse con el fruto de tan grata tradición, informó Telefuturo.