Espínola sufrió un asalto a punta de pistola a la vuelta del canal Telefuturo al salir de su horario laboral, alrededor de las 21.00. En una de las manos tenía su celular, por lo que rápidamente accedió a entregarlo ante una amenaza de muerte.
“No me resistí porque eran intimidantes, me apuntaba a la cara y jugaba como si fuera que iban a disparar”, expresó en contacto con Radio Monumental AM. Solamente le sustrajeron el celular y por suerte no entregó su cartera con documentos importantes.
Por su parte, el periodista deportivo Arturo Máximo Rubín, conductor de Fútbol A lo Grande, sufrió el robo de su celular cuando esperaba cruzar el semáforo en su camioneta también durante el martes.
Tenía las ventanillas bajas y un joven pasó por donde estaba y le arrebató el aparato para luego darse a la fuga.
Espínola lamentó que tuviera que entregar su teléfono que con tanto esfuerzo uno consigue. Pero recomendó tanto a sus hijos como a cualquier víctima que entreguen lo antes posible, aunque uno no quiera.
La Organización Socorro, que asiste a víctimas de robos, lamenta las medidas alternativas a la prisión que se otorgan a los motochorros. En este sentido, pide reformular la política de seguridad en el país.
Según sus estadísticas, el 80% de los robos se realizan con arma de fuego y el 20% restante con objetos contundentes.
Hace algunos días los representantes de la organización se reunieron con la ministra de la Corte, Alicia Pucheta, a quien manifestaron sus pedidos de sumar las penas a los delincuentes con antecedentes e incorporar al sistema judicial la cadena perpetua para delitos graves como en algunos países de la región, comentó el presidente de Socorro, Luis Calderón.