A través de los años la cantidad de feligreses se mantiene en aumento. Hasta el sitio llegan peregrinos locales y extranjeros que se adelantan a quienes continuarán llegando durante la noche y la madrugada para participar de la misa central de las 07.00 de la mañana.
En horas más, miles de personas han de desfilar frente a la imagen de la Virgen de Itacuá, a pocos metros del río Paraná, agradeciendo o pidiendo favores, una fiesta mariana que congrega todos los años y cada vez más a miles y miles de devotos.
Este martes el obispo de la ciudad de Encarnación oficiará la misa central.