De esta manera, peligra la seguridad alimentaria de las familias afectadas, explicó el ingeniero Daniel Bordón, de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Hoy se tendría con mayor precisión la cantidad de familias afectadas que recibirán la ayuda correspondiente para recuperar sus cultivos, agregó el funcionario.
También hubo pérdida de animales menores, resaltó Bordón. Preliminarmente, hay casi 70 fincas familiares afectadas, según los informes del MAG. Con este dato, se puede estimar que hay 350 personas directamente perjudicadas, cuya alimentación depende de lo que cultivan en sus chacras y granjas.
Los cultivos afectados son bananos, cítricos, especies frutales, maíz, mandioca y poroto, principalmente, mencionó el funcionario.
Las ayudas en semillas de autoconsumo e insumos para recuperación de los cultivos se iniciarán esta semana, reiteró.
Por otro lado, Gerónimo Sánchez, dirigente campesino de Itapúa, dijo que si en la zona no hubiese tan pocos bosque, los daños no hubiesen sido tan serios.
Como la cosecha de soja llegó a su fin, hay cientos de hectáreas completamente peladas. En esos lugares, en el pasado, había bosques, los cuales protegían de las tormentas a las comunidades y huertas familiares, explicó.