El economista habló sobre la situación de América Latina y de Paraguay en específico, a raíz de la caída en el precio de los commodities, del petróleo y otros factores que afectan a la economía de los países.
En ese escenario, el jefe del Banco Mundial para América Latina, Augusto de la Torre, dijo que hubiera esperado que el Paraguay fuera víctima de esa situación, sin embargo, logró tener un comportamiento económico relativamente mejor al de los países vecinos.
“América del Sur, en todo el 2015 y 2016 (en sus dos primeros meses), tuvo una contracción en su economía, con crecimiento económicos negativos, pero Paraguay tuvo un crecimiento alto”, indicó al tiempo de agregar que, a pesar de tener una desaceleración, tuvo un crecimiento de 3.5%, que es mejor al de un crecimiento negativo.
Señaló que una de las principales lecciones de la caída en los precios de los commodities (soja, carne, etc.) es que el crecimiento económico de los países no puede ser dependiente de factores que no se pueden controlar, como es el caso del costo de la soja y los minerales.
“Necesitamos una agenda de reformas asociadas a la productividad, al crecimiento de la educación e infraestructura. Un conjunto potente de reformas dinámicas que puedan hacer a una economía autosustentable y menos dependiente de factores externos”, refirió a la 780 AM.
Habló sobre la necesidad de hacer un esfuerzo nacional para modernizar las economías, adaptarla a la tecnología global, insertarse a los mercados internacionales y tener una fuerza laboral con educación para el desarrollo de las destrezas.
En ese aspecto, afirmó que el Paraguay tiene enormes ventajas para lograr eso cambios en su estructura económica. En forma puntual, mencionó el potencial agrícola y la producción de energía limpia
“Paraguay puede volverse en un polo de atracción para las industrias del mundo que necesitan trabajar con energía limpia, confiable y a un precio competitivo”, enfatizó. Aunque aclaró que se necesita administrar bien esos recursos naturales para no desaprovecharlos
Comparó dos casos distintos. Mencionó a Chile como un país que supo aprovechar su riqueza natural con políticas claras y a largo plazo y a Venezuela que, siendo rico en petróleo, no supo organizarse para aprovechar esa situación.
“Hay que ser optimistas, de que las mentes reformadoras van a aparecer. Una de las cosas que noto en Paraguay es que todavía sigue siendo un país aislado del resto del mundo. El futuro está en ganar las credenciales internacionales y con las destrezas que el mundo requiere”, explicó.
Para Augusto de la Torre en el país empiezan a soplar vientos de modernidad, con cambios importantes en el sector público y el fortalecimiento de la política monetaria del Banco Central del Paraguay y del Ministerio de Hacienda.
“Ahora hay que dar el gran salto, que es proyectar el crecimiento a largo plazo. El descubrimiento de esas ventajas es reciente. Me parece que Paraguay vive un coyuntura de que en los siguientes 5 años definirá su futuro para ver si seguirá los pasos de Chile o Venezuela”, concluyó.