LIMA - PERÚ
El estallido del caso Odebrecht en Perú, con las primeras revelaciones que acusan directamente de recibir sobornos a las más altas instancias políticas del país, amenaza seriamente con dejar en prisión a todos los presidentes peruanos desde la recuperación de la democracia en 1980.
Tan solo Fernando Belaúnde (1980-1985) y Valentín Paniagua (2000-2001), ambos fallecidos, quedarían al margen de la larga sombra de sospecha que se cierne sobre las personas que ostentaron la más alta magistratura de la República de Perú, una situación que varios analistas y periodistas del país califican de traumática, confusa y vergonzosa. Todos los demás, Alan García (1985-1990 y 2006-2011), Alberto Fujimori (1990-2000), Alejandro Toledo (2001-2006) y Ollanta Humala (2011-2016), o ya están en la cárcel o afrontan investigaciones serias por corrupción o tienen a varios de sus colaboradores más cercanos encarcelados y negociando su cooperación con la fiscalía para tirar de la manta.
De todos estos, Fujimori es el que menos implicado aparece de momento en el caso Odebrecht, cuyas coimas millonarias comenzaron a darse después de su gobierno.
TOLEDO EL MÁS IMPLICADO. Estrictamente por el caso Odebrecht, el más implicado por ahora es Toledo, después de que el ex director de la compañía brasileña en Perú, Jorge Barata, confesó a la fiscalía que pagó 20 millones de dólares al ex presidente para ganar la licitación de una carretera. La confesión llevó a la Fiscalía a ordenar el fin de semana pasado el registro de la mansión que Toledo compró en Lima a poco de dejar el gobierno y se espera que en las próximas horas se emita un pedido de busca y captura en su contra. Toledo, que se encuentra en París y quien tiene previsto viajar a EEUU para reincorporarse a su trabajo como investigador en la Universidad de Stanford, ha negado por activa y pasiva el haber recibido sobornos y ha acusado a sus “enemigos” de impulsar esta acusación para vengarse por haber defendido la recuperación democrática del país.
Aún se desconoce si Toledo regresará a Perú para afrontar los cargos que todos los analistas y expertos penales coinciden se presentarán contra el ex presidente, o si se defenderá desde el exterior, lo que en Perú se vería como una asunción de culpabilidad.
El siguiente presidente con mayores problemas con la Justicia es Humala, quien ya está siendo investigado formalmente por el presunto delito de lavado de activos en agravio del Estado. Sobre Humala y su mujer, Nadine Heredia, pesan sendos impedimentos legales que les obligan a contar con una autorización judicial expresa para ausentarse de su lugar de residencia, cambiar de domicilio o salir del país.
Odebrecht admitió haber pagado 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios peruanos entre 2005 y 2014.