17 may. 2024

Navidad agridulce para cristianos en Irak

En las mejillas de Imama Behnan hay lágrimas, pues esta cristiana de Irak estaba “impaciente” por celebrar Navidad en una iglesia de su ciudad recuperada por el ejército de manos de los yihadistas, y en vez de eso ve con tristeza crucifijos rotos y el campanario dañado.

Dañado.  Encienden velas en la destruida iglesia de Qaraqosh

Dañado. Encienden velas en la destruida iglesia de Qaraqosh

“Lo que siento es indescriptible. Estábamos impacientes” de poder regresar a Qaraqosh, dice Behnan, cuyas palabras se funden con el sonido de las campanas de la iglesia siriaca católica Mar Yohanna.

Su regreso definitivo a esta ciudad de mayoría cristiana del norte de Irak no está programada por ahora.

Qaraqosh, retomada por el ejército al EI a fines de octubre tras dos años de ocupación, sigue invivible y sus habitantes tendrán que estar pacientes antes de volver a sus casas, muchas de ellas destruidas.

Para los refugiados, una parte de los cuales fue instalada de manera provisional en el Kurdistán iraquí, la Navidad es sólo un paréntesis encantado, donde la alegría del regreso, así sea provisional, se mezcla con la pena inmensa.

“Lloro por Qaraqosh, por nuestra casa”, dice Imama Behnan, con una pañoleta en su cabeza y un crucifijo alrededor del cuello.

Cuando llegaron en 2014, los yihadistas “nos obligaron a dejar nuestras casas y robaron nuestro dinero”, forzando a la inmensa mayoría de los habitantes de Qaraqosh a huir.

Pero “cuando regresamos, habían incendiado” las casas, dice. “Esperábamos la liberación, pero no esta liberación. Estábamos impacientes por entrar y ver brillar nuestras casas”, expresó. efe

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