Hilda López (58) nació y se crió en Areguá. Cuando decidió formar su propia familia, siguió viviendo en su pueblo natal, conocido en todo el país como la Ciudad de la Frutilla.
En uno de los primeros cumpleaños que pasaba como recién casada, su esposo le regaló un recetario de 350 páginas. “Me enojé muchísimo”, comentó Ña Hilda entre bromas durante la entrevista, ya que esperaba algo más personal.
Al comienzo sintió rechazo por ese libro, pero un día, entre el aburrimiento y las ganas de hacer algo distinto mientras estaba en casa, decidió abrirlo y leer las recetas. Así fue como encontró la guía para hacer helado artesanal de frutilla.
“Me ingenié con esa receta y fui probando con otros ingredientes que no sean frutilla, y me salió. Hoy por hoy todos me dicen que es rico, me halagan, y eso me pone muy feliz”, manifestó la mujer.
Así nacieron los helados de mandioca, poroto rojo, maíz, yerba mate, maní, así como sabores frutales como frutilla, mburucuyá, mango verde, mango con vino y mango amarillo. Todos con un gusto cremoso y dulce, que refrescan al paso en las jornadas más calurosas.
Gracias a las primeras ventas del helado artesanal, generó otro ingreso a la casa, y con eso ayudó a pagar los estudios de sus hijos. Sus hijas hoy conocen la receta de cada sabor de helado y le ayudan a la elaboración, pese a que cada una de ellas tiene ya una profesión.
“Una es contadora, otra es militar, otra licenciada en Administración de Empresas, y la menor está por ingresar a la Policía Nacional”, mencionó orgullosa López.
Hasta el 4 de febrero, Hilda y sus exóticos helados estarán en la Feria Gastronómica del Mango, sobre la avenida del Lago en Areguá, de 9.00 a 19.00, pero también se pueden encontrar en su casa, donde cuenta con un local propio, ubicada sobre la ruta Ypacaraí, camino Patiño-Itauguá.