En el país, se puede albergar a 8.525 personas en las distintas cárceles distribuidas en varios departamentos. Sin embargo, actualmente los centros penitenciarios son copados por 13.535 reos, por lo que arroja la preocupante realidad que 5.010 hombres y mujeres privados de libertad que no tienen lugar en las cárceles y están viviendo en condiciones inhumanas, recluidos de forma precaria, hacinados.
Esta situación se agrava con la cantidad de personas que están con prisión preventiva que tiene nuestro país, que lo ubica en el cuarto lugar en el mundo en la cantidad de presos sin condena, según los datos revelados en un estudio del Instituto de Investigación de Política Criminal de Londres, Inglaterra. A su vez, ocupa el primer puesto entre países de América Latina.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) fue el que difundió el trabajo y señala que el 78% de los reclusos del Paraguay no tienen una condena.
El MNP atribuye el hecho a que existe un uso abusivo de la disposición de las prisiones preventivas por parte de los jueces y recomienda que sea derogada la Ley 4431/2011 que impide la aplicación a criterio libre de las medidas alternativas a la prisión.
La jueza María Teresa González de Daniel reconoció este fenómeno y sostuvo que es preocupante que Paraguay lidere este ránking; sin embargo, aseguró que los actores judiciales no son los únicos responsables de esta situación preocupante.
“Se puede atribuir a diversos factores y no solamente a la morosidad judicial. Tenemos un mayor porcentaje de deuda a la sociedad con respecto a ese punto, pero existen otras circunstancias procesales que hacen que el procedimiento no pueda ser tan rápido”, afirmó la magistrada que citó como ejemplos de sus afirmaciones la poca cantidad de tribunales de sentencia, la escasez de salas para la realización de juicios orales y otros.
solución. Sin embargo, la jueza se mostró confiada en revertir la situación y afirmó que para ello se necesitará el compromiso de varias instituciones. “Hay que reconocer y tomar esta cifra con conciencia. Creo que el trabajo interinstitucional, con los poderes Legislativo y Ejecutivo, y otros organismos ayuden a reducir la cantidad de personas sin condena. Creo que esa cifra puede ser reducida, pero no se va a poder solo con el Poder Judicial”, recalcó.
En el 2014, Paraguay ocupaba el segundo lugar en este ránking de presos que están sin condena. Entonces, 7 de cada 10 reclusos no tenían una condena. Bolivia ocupaba el primer lugar de la lista. La población penitenciaria era de 8.871 presos.
En diciembre del 2016, afirmaban que la población en las penitenciarías ascendía a 13.191 reclusos, casi un 20% más que la que se tenía en comparación con el año 2014.