El gol que anotó en Asunción le sirvió a la representación cafetera para quedarse con la clasificación para disputar la final de la Copa Sudamericana.
Sportivo Luqueño aguantó muy bien la presión que ejerció en los primeros minutos la representación de Santa Fe. En ningún momento perdió el orden. El Auriazul manejó bien los tiempos e incluso tuvo la brillante ocasión para abrir el marcador y fue tras una buena jugada de Guido Di Vanni por el sector derecho, que alargó el balón para Marcelo Báez, pero a este se le trancó el botín con el balón por el suelo.
Fue la mejor oportunidad que tuvo Luqueño durante todo el desarrollo del enfrentamiento.
SIN CLARIDAD. Luqueño se preocupó más por mantener ese orden y se olvidó de ir para adelante. Santa Fe, por su parte, manejó el balón y lógicamente creó interesantes ocasiones.
Luqueño careció de claridad y cuando buscó las llegadas no tuvo la fuerza necesaria como para dar aprovechamiento a los balonazos, pues Di Vanni y Jorge Ortega no tuvieron la alimentación necesaria para adelante.
A medida que transcurrieron los últimos minutos, Luqueño se fue apagando y pareciera que todos se olvidaron de que con la paridad sin goles los dejaban fuera de la competencia a los de la Ciudad de la Música.
Luqueño realizó el mejor torneo internacional de su historia, pero anoche arriesgó poco para buscar un mejor resultado que le pudiera acercar hasta la final.