Su última medida radical la inició el domingo 15 de enero de este año, cuando con unos amigos suyos —entre ellos el concejal de Ciudad de Este Kelembú— decidió iniciar una caminata en busca de “justicia” desde el Este del país hasta la capital.
Desde ese día el grupo caminó incansablemente con el objetivo final de llegar hasta Asunción para que las autoridades tomen conciencia sobre la desidia que oprime al pueblo de Ciudad del Este, tras una serie de irregularidades que someten a la ciudadanía, según denuncian.
Al mediodía del domingo 15 de enero partieron con destino a Asunción desde Campo 9, Caaguazú. El objetivo es llegar a algunas instituciones del Estado, como el Palacio de Gobierno, al que él prefiere llamar “Palacio del Desgobierno"; el Palacio de Justicia, al que llama “Palacio de Injusticia”, y el Parlamento, “Parlamento de Manipuladores” según su apreciación.
El grupo llegó a la capital en la tarde de este martes y grande fue la sorpresa de ellos: policías y cascos azules les restringían el paso. Paraguayo Cubas intentó llegar este miércoles al microcentro capitalino en colectivo, pero un grupo de agentes policiales no le permitió abordar el bus y hasta hubo algunos pasajeros que le pidieron que baje del vehículo porque se “atrasaba el viaje” con su presencia.
El polémico personaje, para algunos, actúa de manera radical denunciando hechos de corrupción. La inacción de la Justicia paraguaya en Ciudad del Este ante el mal manejo de los recursos en la Municipalidad se verifica principalmente en una obra inconclusa en un parque público donde falleció una menor de edad en el 2016. Nadie asumió la responsabilidad ante este hecho.
Además de sus constantes denuncias, la “Caminata por la justicia” tiene como objetivo rechazar la enmienda y la “cocinada en la Corte”. Prepararon un interesante itinerario, el cual debía cumplirse este lunes, pero tras unos atrasos, recién llegaron a Asunción este martes.
En la capital lo recibieron como un delincuente más
Un grupo de agentes policiales y cascos azules le impedían incluso caminar por la populosa avenida Mariscal López, ante el temor de que cometa un atentado contra Mburuvicha Róga.Ante ello, Cubas no tuvo más opción que subir a un ómnibus de la Linea 15-1 para poder pasar Sacramento, pero la Policía, que mostró un despliegue maravilloso “casi nunca visto” ni siquiera para buscar a delincuentes comunes, lo detuvo.
El manifestante aclaró a la prensa que pretendía caminar hasta Mburuvicha Róga solo para realizar reclamos hacia el presidente Horacio Cartes, pero que no tenía intenciones de atentar de ninguna manera. La Policía no creía en sus palabras y le limitaba cada paso.
La Iglesia católica también le fue indiferente a Payo Cubas y sus compañeros de protesta, pues solicitaron ingresar al Cementerio de la Recoleta para guarecerse de la lluvia, enviando un mensaje directo al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, quien les negó el ingreso.
PRESO. En setiembre pasado Cubas fue a prisión luego de haber cintareado al juez Amílcar Marecos y defecado en su despacho en Alto Paraná. Por esto, Marecos dispuso la prisión preventiva de Paraguayo Cubas, bajo la excusa de que el hombre realizó una pintata en la sede de la Fiscalía.
Cubas, en plena Sala de Audiencias, se levantó para acercarse al magistrado, momento en que sacó su cinturón del pantalón y agredió al juez. Posteriormente, según los testigos, se bajó los pantalones para defecar en la sala de audiencia.
Ciudadanos afectados
Por su parte un grupo de pobladores denunció haber sufrido “de rebote” las consecuencias de la llegada de Cubas a la capital, debido a que el microcentro de Asunción está copado de agentes policiales que cierran el paso en los alrededores del Palacio de Gobierno.
Encontrar estacionamiento o transitar libremente se hace difícil tras el fuerte movimiento de policías solamente por la presencia de “Payo”.