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Tana Schémbori preside la joven Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas del Paraguay desde el 21 de marzo último, en reemplazo de Dea Pompa. La codirectora de 7 Cajas reflexionó acerca de su rol en la organización y los desafíos que tiene al frente de la entidad, entre otros temas.
–¿Por qué asumiste esta responsabilidad?
–Porque los colegas me lo pidieron. Consideraron que es importante que esté al frente. Para mí es un apostolado, porque todo está empezando. Asumí sabiendo que no estoy sola, que un gran equipo humano y profesional me acompaña, buscando dar continuidad a esto.
–¿Qué proyectos principales tenés para la Academia?
–El proyecto principal hoy es fortalecerse. Además, revisar los estatutos, organizarnos internamente, ser autosustentables, que estén representadas las personas involucradas con la cinematografía en Paraguay. Por supuesto, generar un premio, reconocer el trabajo del que trabaja en cine.
–¿Cuál es la situación actual de la organización?
–La Academia en este momento tiene muchas ganas de salir adelante. Estamos en un proceso de fortalecimiento y organización. Hacer esto es un trabajo extra y tipo ad honorem, y trabajamos en que eso se asuma de otra manera, en conseguir fondos.
–¿Cuentan con ayuda?
–Estamos trabajando con otras organizaciones como la Oprap, la Campro, Egeda, Interartis, en forma conjunta, y eso nos hace sentir que no estamos solos y somos parte de todo estos movimientos donde cada uno tiene un objetivo específico.
–El año pasado hubo una polémica con respecto a filmes seleccionados para festivales. ¿Cómo pensás evitar ese tipo de problemas?
–No quiero mencionar tanto el problema que hubo, no estoy tan al tanto. La Academia tiene apenas dos años, y evidentemente, parte del crecimiento en el tiempo es cometer errores y hacer aprendizajes. Somos muy nuevos y en muchas cosas seguiremos equivocándonos. Tenemos un criterio interesante que tiene que ver con las películas y, sobre todo, dónde se proyectan. Tanto las salas alternativas como las comerciales son válidas para que una cinta nacional estrene, por la realidad de nuestro mercado. Entonces, a partir de eso, vamos a ir construyendo las candidaturas, eligiendo las películas que nos tienen que representar, etc., siempre trabajando en consenso, y por voto de la mayoría de los miembros.
–¿Qué proyectos personales podrías mencionar?
–A nivel de proyecto personal, estamos siempre trabajando en nuestro segundo largometraje. Juan Carlos Maneglia sigue en etapa de elaboración de guion, ya tenemos un primer borrador, estamos trabajando en las correcciones, y a la vez, en la organización de producción ejecutiva. Además estamos muy contentos con el proceso y, sobre todo, esperanzados, entusiasmados en que será un proyecto que otra vez nos podrá generar mucha alegría. Hay otros proyectos personales, que en este momento no puedo comentar, hasta que tenga más seguridad de que pueden ser viables.
–¿Siempre con la Escuela Taller Integral de Actuación, TIA?
–Sigo con TIA, la escuela de actuación. Tras cumplir un septenio está con un replanteamiento de programa. En estos 7 años pudimos comprobar lo que sirve y aquello que no. Estoy muy orgullosa con nuestro programa, con los maestros que conforman la escuela y lo que hemos logrado.
–Acerca de la Ley de cine...
–Se está empujando a nivel de una mesa conformada por integrantes de Cultura, Oprap, Campro, y La Academia, pero quiero aclarar que no es nuestro objetivo trabajar la Ley. Lo apoyamos pero esta tiene que ver más con el cine como arte y debe resaltar la tarea del cineasta como académico.