Agregó que cada vez dismi- nuye más la cantidad de tierras improductivas. Asimismo, explicó que gravar la tierra como patrimonio compete al impuesto inmobiliario, que también debe ser reformulado.
El proyecto de ley que modifica el Imagro (que ahora pasa a llamarse Iragro) prevé que el tributo se pague con base en las ganancias y ya no en la superficie cultivada, aunque la tasa seguirá siendo del 10%. Se estima que con este tributo se recaudarán aproximadamente USD 150 millones.
La idea es hacer tres diferenciaciones concretas: quienes tengan ingresos documentados hasta G. 500 millones son considerados pequeños contribuyentes; quienes ganen hasta G. 1.000 millones integran el grupo de medianos; y quienes tengan ingresos documentados mayores a G. 1.000 millones son considerados grandes.
PROYECTO. El proyecto plantea exonerar a todas las personas físicas que posean inmuebles menores a una superficie total de 10 hectáreas en la Región Oriental o de 50 hectáreas en la Región Occidental y con ingresos menores a 36 salarios mínimos. Por el momento no se definió si el dinero seguirá siendo destinado al Indert o pasará a entera disponibilidad del Tesoro, para que el Poder Ejecutivo pueda utilizarlo en las áreas que más precisen.
En 2008, de las 2.100.000 hectáreas cultivadas de soja, más del 70% provenía de los departamentos de Alto Paraná, Canindeyú e Itapúa, según datos de Hacienda. Entretanto, Senacsa tiene registrados 30 frigoríficos, de los cuales una decena están habilitados para exportar. Este año, la población bovina alcanzó 13.300.000 cabezas de ganado.