EFE
“Los hechos que se investigan configuran la práctica de los delitos de corrupción pasiva y activa, asociación ilícita, fraudes en licitaciones y lavado de dinero”, indicó la Policía Federal en una nota sobre una operación iniciada en la capital brasileña.
El asunto se enmarca en investigaciones sobre irregularidades en los preparativos para el Mundial 2014, por las que ya la Justicia ha acogido sendas denuncias de corrupción contra el ex gobernador del Distrito Federal de Brasilia Agnelo Queiroz (2011-2015) y contra su antecesor en el cargo, José Roberto Arruda (2007-2010).
Según fuentes de la Policía Federal, ambos también podrían estar implicados en los supuestos fraudes detectados en la construcción del llamado BRT Sur, una línea rápida de autobuses que se incluyó en el paquete de mejoras que Brasilia presentó en su candidatura a subsede del evento deportivo.
Las obras costaron unos 900 millones de reales (USD 257 millones) y las autoridades calculan que hubo un sobreprecio de casi un 25%, del que se habrían apropiado ilegalmente los responsables del proyecto y los empresarios que lo ejecutaron.
Hasta ahora, Queiroz y Arruda, así como otros diez ex funcionarios del gobierno regional de Brasilia, responden por desvíos de dinero público supuestamente registrados en la construcción del estadio Mané Garrincha, el más caro de los doce utilizados en el Mundial.
El estadio fue construido sobre la base de una arena existente, pero su capacidad, en la época de 20.000 personas, no atendía las demandas de la FIFA.
El coste de las obras fue calculado inicialmente en unos 700 millones de reales (hoy USD 200 millones), pero el precio final duplicó esa cifra y convirtió al estadio Mané Garrincha en el más caro del país, con capacidad para 73.000 personas, en una ciudad que no tiene un solo equipo de fútbol en la primera división.