Por Elisa Alvariza
ALTO PARANÁ
La falta de seguridad jurídica y las garantías en lo que corresponde a la tenencia de una propiedad privada, afecta a las inversiones para el desarrollo de la industria agrícola, especialmente en el interior del país. Existe interés de grandes industrias procesadores de alimentos, de desembarcar en el país, pero que finalmente son desalentadas por conflictos como la ocupación de tierras y problemas sociales que conciernen al Gobierno.
Karsten Friedrichsen, presidente de la Asociación de Productores de Soja y Oleaginosas del Paraguay (APS), dijo que existen muchos aspectos que deben acompañar al crecimiento de rubros agrícolas como la soja.
Explicó que la inseguridad jurídica hace que Paraguay no tenga el alcance de las empresas que quieren venir a invertir. Los acontecimientos de ocupaciones de tierras por parte de campesinos en Santa Rita e Iruña fueron casos enigmáticos que quedaron en la memoria de los inversionistas, refirió el directivo.
“Los problemas de posesión de tierras hacen que las empresas se resistan a invertir en gran escala. En el último año se está haciendo lo posible para que se dé un cambio y esta realidad sea revertida”, dijo Friedrichsen.
Señaló que es necesario que la agricultura y la ganadería se integren, pero para ello las empresas deben hacer grandes inversiones, como por el ejemplo en el rubro aviar, que es el que más integra granos como balanceados para los animales.
“El Paraguay debe ir apuntando cada vez más a utilizar granos y cereales en el engorde de los animales bovinos, cerdos, la cría de pollos, para eso necesitamos marco jurídico más serio, para que el gran porcentaje de granos pueda ser convertido a balanceados a nivel local”, expresó el representante de los productores.
Acotó que hoy el 50% de la soja producida en Paraguay se convierte en aceite y expeller para ganado.
Tenencia de inmuebles. Onorio Guntzel, de agropecuaria Campo y Lavora, opinó sobre el tema que hay mucho temor por parte de los productores, que a parte de los problemas habituales del agricultor, tienen que lidiar que el problema de tierras.
“Existen estancias invadidas de las que no pueden tomar posesión sus propios dueños, pero confiamos que esto se pueda cambiar”, dijo Guntzel. Por su parte, José Berea, presidente de Cámara de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), lamentó que las invasiones de tierra obligan a los productores a vivir en zozobra, temiendo por su seguridad y de las personas que trabajan en la tierra.
Indicó que es necesario que como sector productivo se involucren con el Gobierno a fin de buscar soluciones a este problema social que no encuentra un buen final.