El caso estuvo a cargo del agente fiscal Federico Delfino, de la Unidad N.º 4, que atendió la causa que involucra a los jóvenes en una llamada por una supuesta amenaza de bomba en el Centro Familiar de Adoración que resultó ser falsa, según la investigación.
El mencionado hecho ocurrió el pasado mes de marzo a las 10.00 cuando la Unidad Especializada de Antisecuestro recibió la denuncia y, luego de una investigación, se corroboró su falsedad.
La jueza Penal de la Adolescencia, Edith Coronel, recibió la solicitud de la representación fiscal de medidas provisorias, además de la realización de un estudio psicológico para los ahora imputados.
Las llamadas telefónicas que se realicen al Sistema 911 con fines distintos al de su función y situaciones falsas tienen una pena de hasta cinco años de cárcel o multa, según establece el artículo N.º 13 de la Ley 4739/12.