La comunidad está ubicada en los confines del departamento de Boquerón, cerca de la frontera con Bolivia, informaron.
La mujer, identificada como María Benítez, comentó de manera desgarradora el sometimiento del cual son víctimas. Comentó que tardó una semana para llegar al encuentro que se realiza en la ciudad de Filadelfia, debido a las pésimas condiciones del camino.
Relató que su comunidad quedó rodeada por la alambrada de empresas agroganaderas, por lo que la gente de su pueblo no puede más salir.
Añadió que los bosques donde hace unos pocos meses buscaban su comida: plantas, miel, frutos, ahora no pueden ingresar más. “Los señores empresarios pusieron carteles para prohibirnos la entrada y la salida, no podemos ir al bosque ni salir hacia la ruta. Estamos desesperados”, dijo.
María también contó que cuando alguien se enferma en la comunidad se quedan encerrados y deben elegir entre correr el riesgo de cruzar las tierras prohibidas o morir sin servicio.
El Encuentro de Mujeres Indígenas inició con un día de reflexión en Asunción y prosiguió en la ciudad de Filadelfia. Es organizado por Mujeres Indígenas del Paraguay (MIPY), junto con el Centro de Documentación y Estudios (CDE) y la Articulación Feminista Marcosur (AFM), con el apoyo de la Unión Europea y el Fondo de Igualdad de Género de ONU Mujeres. El evento además tiene el apoyo Oxfam, ONU Mujeres Paraguay y ONU Mujeres Bolivia.