“Seguimos las operaciones militares hasta tanto no se dé una orden del Gobierno”, dijo una fuente castrense, sin precisar cuándo podrían recibir esa instrucción. El movimiento de aeronaves continuaba en el departamento del Chocó, donde el domingo fueron capturados el brigadier general Rubén Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, y también en Arauca, donde los soldados César Rivera y Jhonatan Díaz quedaron retenidos tras combates hace 10 días. En la base militar de la Brigada XV, ubicada en Quibdó, capital del selvático y pobre departamento del Chocó, seguían ingresando y saliendo helicópteros en la mañana de ayer. Después de que el presidente Juan Manuel Santos confirmara que el procedimiento de liberación había sido activado, las autoridades no dieron más detalles logísticos ni informaron sobre cuándo podría realizarse la entrega.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), regularmente convocado para este tipo de procedimientos con las FARC, dijo tener “luz verde para comenzar labores humanitarias para llevar a cabo la liberación”. La vocera del CICR en Colombia, Patricia Rey, dijo esperar que todos queden en libertad “lo más pronto posible”, pero no detalló ni cuándo ni dónde ocurrirá.
Los procedimientos de liberación de rehenes requieren una compleja coordinación para garantizar la seguridad de todos los involucrados y pueden verse demorados por condiciones climáticas o dificultades de acceso por la intricada geografía colombiana.
Según pudo saber, la entrega de Alzate y sus acompañantes podría darse en una zona cercana al río Atrato, al norte del Chocó, en la región del Urabá que ese departamento comparte con su vecino Antioquia, donde ayer disminuía la actividad militar. AFP