Mariano Castro, padre de los huelguistas Adalberto y Néstor Castro, manifestó su impotencia por esta decisión y sostuvo que en el Paraguay no hay Justicia. “Esta resolución está pagada por los sojeros y por los que tienen poder. En el Paraguay no hay Justicia y menos para los pobres. Mis hijos siguen en huelga de hambre y yo los apoyo. No dejaremos de luchar”, sostuvo Castro.
Indicó que el fiscal del caso, Jalil Rachid, debe apartarse del cargo por ser pariente cercano de Blas N. Riquelme. Solo de esa forma se puede pensar en tener un juicio más justo, dijo.
Por su parte, el sacerdote jesuita Alberto Luna, quien también fue hasta el Juzgado de Salto del Guairá, manifestó que “esta decisión cierra las esperanzas de mucha gente que vino a dar su voto de confianza a esta medida y dar su apoyo para que esta gente pueda levantar la huelga de hambre y salvar su vida”. Indicó además que eso no significa que los procesados rehuirán de sus responsabilidades dentro del proceso.
“Me da mucha pena que no se le conceda a estas personas, a estos ciudadanos, la posibilidad de acogerse a esta medida. Con ello, se tensa un poco más esta situación que preocupa y que pone en riesgo la vida de estos campesinos”, afirmó el padre Luna. “Era una esperanza que teníamos, una medida razonable, para la vida y proceso debido y justo a estos ciudadanos”, concluyó. El padre Luna ofreció su firma como fianza de los campesinos.
Por su parte, Ramona González, esposa de Néstor Castro, uno de los huelguistas, con impotencia y en medio de llantos, lamentó que se rechace el pedido. Sostuvo que la salud de los huelguistas está muy deteriorada y que tenían la esperanza de poder llevarlos a casa.
“Esperábamos con ansias conseguir esto. Esperábamos llevarle a casa, para cuidarle, él ya no está bien. Está muy débil, ni al baño ya va. Nos preocupa demasiado, teníamos esta esperanza y nos hicieron esto de vuelta”, lamentó González.