La ejecutiva, una de los cuatro accionistas controlantes de la empresa, condujo al diario –uno de los de mayor tirada en habla hispana– durante el proceso que lo convirtió en el principal multimedio de Argentina. Clarín controla la empresa de televisión por cable Cablevisión, la proveedora de internet Fibertel, un canal de aire y diversas emisoras de TV paga, entre otras compañías.
El grupo mantuvo una tensa relación con el Gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández desde el 2008, cuando la peronista de centroizquierda se enfrentó con el sector agropecuario, hasta el fin de su segundo mandato, en el 2015. Durante el Gobierno de Fernández, la justicia investigó para determinar si los hijos adoptivos de Herrera de Noble habían sido arrebatados ilegalmente durante la última dictadura en Argentina. Las pruebas de ADN realizadas dieron negativo, aunque la cúpula de entonces de Clarín sigue recibiendo críticas por su controvertida relación con la dictadura. En medio de la batalla del Gobierno de Fernández con Clarín, el Congreso aprobó en el 2009 una ley de medios que limitaba las licencias de radiodifusión que puede poseer un multimedios.
“No conseguirán que nos apartemos de nuestro compromiso con la sociedad. No conseguirán corrernos de nuestro camino. No conseguirán que dejemos de hacer periodismo”, dijo Herrera de Noble en un discurso en el 2010. reuters
