18 may. 2024

Ex ministros creen que la Corte ganó tiempo adrede en caso de enmienda

Luis Lezcano Claude y José Altamirano coincidieron en que los altos magistrados pudieron haber dado una salida más rápida al polémico tema. El abogado Óscar Paciello dijo que se cumplió el procedimiento.

luis cano claude.JPG
Luis Lezcano Claude, ex convencional y ex ministro de la Corte Suprema de Justicia.

Los ex miembros de la Corte Suprema de Justicia Luis Lezcano Claude y José Altamirano coincidieron en que los actuales magistrados que conforman el pleno de la máxima instancia judicial ganaron tiempo para no expedirse respecto al tratamiento de la acción de inconstitucionalidad que presentaron los senadores opositores y disidentes en el marco del debate de la enmienda constitucional.

Los congresistas opositores y disidentes atacaron de inconstitucional el cambio del reglamento interno del Senado, que dio pie a que 25 senadores del oficialismo y sus aliados aprobaran el 31 de marzo pasado, en una reunión secreta, el proyecto de enmienda constitucional que buscaba habilitar la reelección presidencial.

Lezcano recordó que faltó la integración de la Corte, atendiendo que algunos ministros se apartaron de entender en la cuestión mientras que otros fueron recusados. Indicó que se procedió dentro de lo que procesalmente correspondía. Sin embargo, afirmó que “se debió haber hecho más rápida la integración”.

“A lo mejor esperaban que sea lento el proceso para que el Congreso se expida antes que ellos. Con esto la Corte se saca un peso. El plazo normal suele ser así, tarda la integración. Acá a lo mejor el interés (de los ministros) habrá sido no acelerar para que llegara una decisión como esta (la de Diputados, que archivó el texto)”, analizó el ex ministro.

Expresó que ahora ya no tiene sentido que el pleno de la Corte se pronuncie, por lo que cree que la acción debe ser enviada al archivo.

“La Corte debía pronunciarse luego del planteamiento de la acción de inconstitucionalidad”, agregó.

Añadió que en su época de ministro se aceleraba al máximo cuando la acción era importante y se actuaba fuera del procedimiento común.

“A veces las cosas son lentas, pero cuando era importante les dábamos prioridad a casos de transcendencia para la sociedad, por ejemplo”, declaró.

SIN SENTIDO. Por su parte, el ex ministro de la máxima instancia José Altamirano comentó que “los tiempos jugaron acá. Ellos sabían que era una resolución política y estoy seguro de que dejaron estancados para esperar que el Congreso resuelva. Los ministros hubieran resuelto, si tenían determinación, inmediatamente”, remarcó.

Destacó que la cadena de inhibiciones e impugnaciones que hubo finalmente robó tiempo.

“De entrada pudo haber resuelto como no justiciable. Desde el momento que admitieron debieron expedirse, pero no lo hicieron. Entraron en el juego de las recusaciones, integraciones, etc. Se burocratizó para que insuma el tiempo. No sé si hicieron eso para no meterse o porque no se tiene independencia”, dijo.

CASO NICANOR. Altamirano rememoró que la Corte resolvió rápidamente el caso del ex presidente Nicanor Duarte Frutos, cuando él mismo presentó una acción ante el pleno para que lo dejaran candidatarse a la titularidad de la ANR. “Con el caso de Nicanor en 24 horas yo firmé por el rechazo a su pedido. Voté y se lo pasé a otro ministro y tardaron un poco más como suele ocurrir con este tipo de resolución”, insistió.

Señaló que en el caso del proyecto de enmienda los ministros pudieron declarar no justiciable o resolver directamente. “Podían haber dicho que es un acto propio del Congreso. Si decidieron resolver, debían resolver, porque la urgencia era fundamental, pero al entrar en la serie de la conformación de la Corte, tras las inhibiciones, se jugó con el tiempo”, acotó.

recusaciones. El presidente del Colegio de Abogados, Óscar Paciello, subrayó a su turno que no entiende cómo es que pretendían que los ministros resolvieran la acción siendo que al mismo tiempo los iban recusando. “Las recusaciones estaban. No se podía romper el procedimiento normal. Hay plazos que se debían cumplir y no se puede tolerar que se pase por encima de los plazos”, expuso.

Afirmó que se podía instar al pleno a que contestara en el día o lo más rápido posible, pero más de eso, no.

“No podemos quejarnos de que no se haya resuelto cuando el propio sector que promovió recusó a los ministros”, mencionó Paciello.

Embed

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.