Dirigiéndose a la Cámara de los Comunes a pocos metros de donde el hombre armado, un supuesto converso al Islam, fue abatido el miércoles, Harper dijo a los legisladores que acelerará nuevos poderes para responder a la amenaza de los radicales.
“El objetivo de estos ataques era causar miedo y pánico en nuestro país”, dijo Harper. “Los canadienses no seremos intimidados. Estaremos atentos, pero no tendremos miedo. Seremos prudentes pero no entraremos en pánico”, afirmó. Harper prometió acelerar un plan ya encaminado para reforzar las leyes canadienses y los poderes de la policía en las áreas de “vigilancia, detención y arresto”. La bandera sobre la torre central del Parlamento, por donde ingresó el atacante el miércoles, ondeaba a media asta. El ministro de Defensa Rob Nicholson dijo que el despliegue a Irak seguirá su curso. Ayer era evidente un mayor despliegue de seguridad en las zonas que rodean al Parlamento.