En una coyuntura de estancamiento del comercio internacional y de auge de los proteccionismos y los nacionalismos a nivel político, los ponentes del foro “Los futuros del Mercosur. Nuevos rumbos de la integración regional” instaron a Latinoamérica a buscar las oportunidades moviéndose a contracorriente, a fin de mejorar su productividad y calidad de vida.
“Somos profundamente conscientes de la importancia de insertarnos en el mundo”, señaló el jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Marcos Peña, quien intervino vía telefónica para inaugurar el encuentro.
Para el funcionario, el debate sobre el papel del Mercosur (bloque integrado por Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, con Venezuela cesada en sus derechos desde diciembre pasado) es una cuestión “central” para el futuro tanto del país como de la región.
“Es la plataforma natural desde la cual tenemos que insertarnos inteligentemente en el mundo, relacionándonos con todos los bloques”, sostuvo Peña, antes de incidir en que el Ejecutivo de Mauricio Macri ve una mayor integración como algo beneficioso.
No obstante, Peña reconoció: “lo primero que tenemos que hacer es resolver los problemas en nuestra propia casa”.
En ese sentido, defendió que la integración del Mercosur debe entenderse como una “política de Estado” más allá de los vaivenes institucionales y políticos.
Los ponentes señalaron que la nueva normalidad económica y política pero también el actual contexto tecnológico y ambiental, muy diferentes a los que dominaban cuando se fundó el Mercosur, necesitan de reflexión para iniciar una “agenda positiva” que ayude a crecer a la región.
Poner fin a las trabas arancelarias y burocráticas, hacer hincapié en la innovación o cerrar pactos de libre intercambio con otros grandes bloques fueron algunas de las metas mencionadas, además del deseo de que se profundice en el acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, México y Colombia).
“El Mercosur tiene mala prensa” y se lo considera un “proyecto agotado” porque se “enfatiza” que tiene una “agenda friccionada”, expuso el gerente del BID para el Cono Sur, José Luis Lupo, junto al director del Instituto para la integración de América Latina y el Caribe (BID-INTAL), Gustavo Béliz.
“Ciertamente es un momento en que la integración no debe verse como uniformidad sino como una convergencia en esta gran diversidad que se presenta (...) Hay que hacer unos esfuerzos tremendos de política comercial para ver cómo competir en ese contexto más difícil”, manifestó Lupo.
