De esta manera, y con los diputados llanistas, cinco de ellos sancionados en ocasión de la última convención, el llanismo está en repliegue, y pese a seguir teniendo de aliado al gobernador de Central, Blas Lanzoni, quien es precisamente su candidato a presidente para el 2018, las bajas que sufre en el interior son importantes.
Pese a que a principios de año lo trataba de “rata”, finalmente Alvarenga pasó al carro de Efraín Alegre.
La misma situación ocurrió con Olimpio Rojas, aunque este último nunca se dirigió a Alegre en malos términos.
NADA DE UNIDAD. Lo cierto es que a menos de 4 meses de las internas que ganó Alegre, no se ha logrado poner en marcha la tan mentada unidad entre todos los sectores, anunciada por el nuevo presidente liberal.
Es más, los cuestionamientos entre ambos líderes partidarios no cesan y todo parece indicar que seguirán sacándose los trapos sucios.
La crisis se acentuó en el partido tras la caldeada convención que se realizó en setiembre pasado.
Allí, los diputados llanistas Édgar Ortiz, María Carísimo, Milciades Duré, Sergio Rojas, Fernando Nicora y Ramona Mendoza fueron suspendidos por no acatar una decisión partidaria de votar a favor de la intervención a la Municipalidad de Ciudad del Este.