El proyecto contempla la modificación del artículo 2 de la ley 1600 “Contra la Violencia Doméstica”, que establece las medidas de protección de acuerdo a las circunstancias del hecho.
Lea más: Psiquiatra propone endurecer ley de protección a la mujer
La modificación sugiere el uso obligatorio de un sistema de monitoreo por dispositivos electrónicos de control, para hacer efectiva la orden de restricción impartida por el Juzgado.
El documento dicta que este método se utilizaría a fin de realizar un seguimiento y control del normal cumplimiento de las medidas de protección en casos de alto riesgo, con el objetivo de salvaguardar la vida de la víctima.
La iniciativa parlamentaria señala que las herramientas jurídicas que contempla la legislación son insuficientes y no tienen efectos apreciables en la seguridad de las víctimas.
“Es necesario fortalecer las potestades del juez para dictar las medidas cautelares pertinentes y dotar al sistema de un mecanismo de fiscalización eficaz de las mismas”, refiere el proyecto.
El escrito fue presentado este miércoles en mesa de entrada de la Cámara de Diputados.
FEMINICIDIOS EN EL 2017
Según los datos del observatorio Observa Violencia, del Centro de Documentación y Estudios y de la Articulación Feminista del Mercosur (AFM), en el 2017 se registraron 53 casos de feminicidios.
Del total, 22 mujeres fueron asesinadas con un arma de fuego y 11 murieron a causa de golpes. Cuatro de ellas fueron apuñaladas, tres fueron estranguladas y dos, golpeadas con mazo.
El resto de las víctimas murieron en diferentes circunstancias: quemada, empujada del 8º piso de un edificio, golpeada con una piedra, atacada con machete o machetillo, entre otros.
NUEVOS CASOS EN EL 2018
En lo que va del primer mes del 2018 se registraron al menos cinco feminicidios. El último caso tuvo lugar en la ciudad de San Lorenzo, donde resultaron víctimas fatales una mujer y su hija.
El autor del hecho era el ex marido de una de las víctimas y padre de la segunda fallecida. Contra él pesaba una orden de restricción domiciliaria por violencia familiar.
Las mujeres recibieron alrededor de cuatro impactos de bala en varias partes del cuerpo, mientras que el hombre decidió quitarse la vida con un disparo en la cabeza luego de cometer el doble homicidio.