EFE
En concreto, las fuerzas de seguridad arrestaron a dos hombres y a una mujer y decomisaron 750 gramos de cocaína, un kilogramo de marihuana, 450 gramos de pasta base de cocaína y 40.000 dólares.
Según un comunicado difundido por la Policía de la ciudad de Buenos Aires, el líder de la banda narco Los Paraguayos era Cosme Báez, un narcotraficante que comandaba las operaciones desde la cárcel.
Báez está condenado a cadena perpetua por convencer a dos hermanos menores de que mataran a la madre de ambos por oponerse a su relación sentimental con la más pequeña, una niña de 11 años.
“Este peligroso narcotraficante utilizaba además a varios niños como soldados y sicarios para la venta de droga y el control del asentamiento”, reza el texto.
Tras la detención de Báez, la banda se rearticuló y el lugar del cabecilla lo tomó el conocido como “El Gordo Miguel”, un hombre de 42 años que asumió el control de la venta de estupefacientes en el barrio 31 de la capital argentina, una de las zonas más precarias de la ciudad y donde el grupo ahora desarticulado estaba asentado.
Según la investigación, este hombre contactó con la familia de Báez, ubicada en Paraguay, que funcionaba como proveedora de marihuana hacia Argentina a través de menores de edad que ingresaban al país en autobuses.
Por otro lado, trasladaban también cocaína y pasta base desde Perú a través de un grupo de ciudadanos de ese país que fueron capturados por la Gendarmería (guardia fronteriza) hace, según el texto difundido por la policía argentina, “algunas semanas”.
La banda se sirvió de menores para llevar a cabo 1.400 ventas de droga, un promedio superior a 93 transacciones por día, como corroboraron los agentes de seguridad.
Con el dinero obtenido de la venta de las sustancias, “El Gordo Miguel” construía viviendas que luego alquilaba o entregaba al resto de los integrantes de la banda.