EFE
Paredes fue arrestado en el Hospital Distrital de Curuguaty (este) el 15 de junio de 2012, el día en que once campesinos y seis policías fallecieron durante un tiroteo originado cuando las fuerzas de seguridad acudieron a desalojar a un grupo de labriegos que ocupaban una finca de la zona para pedir que se incluyera en la reforma agraria.
El hombre fue citado el martes como testigo en el juicio, que se celebra en Asunción, y declaró que aquel día había acudido al hospital de Curuguaty, adonde fueron trasladados los heridos durante la masacre, para visitar a un familiar enfermo, según un comunicado difundido anoche por la Articulación por Curuguaty.
En ese momento, Paredes fue detenido junto a Miguel Correa y aseguró que fue golpeado y torturado por la Policía antes de ingresar en un calabozo y posteriormente en la prisión de Coronel Oviedo, donde guardó reclusión durante 33 días.
Tanto Paredes como Correa fueron separados en junio de 2013 de la causa judicial por la masacre, cuando la Fiscalía comprobó que las pruebas no les vinculaban con la matanza y llegó a la conclusión de que no formaron parte de lo ocurrido ni estuvieron dentro del inmueble donde sucedieron los hechos.
En su declaración, Paredes responsabilizó de su apresamiento a la entonces fiscal de Curuguaty, Ninfa Aguilar, con quien dijo haber trabajado como técnico ambiental.
Afirmó que Aguilar, al frente del operativo que ordenó el desalojo de la finca donde sucedieron los hechos, le había dicho tres meses antes de la masacre que Federico Franco, del Partido Liberal y entonces vicepresidente de Paraguay, ocuparía la presidencia.
Franco asumió como presidente de Paraguay después de que Fernando Lugo, en el cargo desde 2008, fuese destituido en un juicio parlamentario impulsado por el hoy gobernante Partido Colorado una semana después de la masacre.
Ese proceso fue tildado de irregular por organismos internacionales como la Unasur y provocó la suspensión temporal de Paraguay en el Mercosur, hasta la llegada al poder del actual presidente, Horacio Cartes, del Partido Colorado.
El juicio contra los once campesinos acusados por la muerte de seis policías durante la masacre continuará el próximo lunes, tras el parón de Semana Santa.
No hay ningún imputado por la muerte de once campesinos durante la masacre.