18 may. 2024

Debbie Reynolds partió junto a su hija

Famosa por Cantando bajo la lluvia y la escandalosa traición que acabó con su matrimonio, Debbie Reynolds murió el miércoles, un día después del fallecimiento de su hija Carrie Fisher.

Tiempos felices.  Debbie Reynolds posa junto a su hija, Carrie Fisher, en la entrega de premios Screen Awards.

Tiempos felices. Debbie Reynolds posa junto a su hija, Carrie Fisher, en la entrega de premios Screen Awards.

La estrella que actuó en unas 30 películas entre 1950 y 1967, sufrió un accidente cerebrovascular un día después de quien encarnó a la legendaria princesa Leia en La guerra de las galaxias.

“Ella quería estar con Carrie”, dijo su hijo Todd Fisher, citado por la revista especializada Variety, horas después de que, tras la muerte de su hija, colapsó y fue hospitalizada.

TRAGEDIA. “Hemos perdido a un talento único y a un tesoro nacional. Siendo tan pronto luego de la muerte de su hija, Carrie Fisher, esto es realmente una doble tragedia”, declaró Gabrielle Carteris, presidenta del Screen Actors Guild, el sindicato de actores, en un comunicado.

“Su huella en nuestra cultura es profunda y ambas vivirán siempre”.

Carrie Fisher murió el martes cuatro días después de sufrir un infarto en un vuelo entre Londres y Los Ángeles.

Reynolds, de 84 años, estaba en casa de su hijo Todd para discutir los arreglos del funeral de Carrie.

“Gracias a todos los que abrazaron los dones y talentos de mi amada e increíble hija. Estoy agradecida por sus pensamientos y oraciones que ahora la están guiando a su próxima parada”, escribió en su Facebook Debbie.

Fuera de la pantalla, Reynolds protagonizó un drama de película. Estuvo brevemente casada con el padre de Carrie, el cantante Eddie Fisher, quien la dejó para ir detrás de la actriz Elizabeth Taylor (amiga de Debbie), lo que fue catalogado como el escándalo del siglo XX en la década de 1950. Con todo, ambas fueron cercanas hasta la muerte de Taylor en 2011. AFP

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.